El
viento que te trajo,
como
brisa suave llegaste a mí
para
borrar la tristeza
de no
tenerte junto a mí,
susurrándome
canciones
con
palabras dulces
para
enamorarme.
El
viento que te trajo
me
acunó suavemente en el aire,
llevándome
en volantas de caricias
como
trapecista de altas nubes.
Escribiré
en el viento
poemas
de amor,
seré
como fuego
que tu
cuerpo quema,
como
llama ardiente
y
pasión eterna.
El
viento que te trajo
buscó
en las nubes
almohadas
de seda
para
que al dormir tu sueño
no
pierdas nuestros silencios
de
caricias mudas.
Y
cuando en las oscuras noches,
el
viento, rumores,
llegan
y me tocan
me
asombro de ver
que el
brazo que te tiendo
no lo
estrechas,
ya que
aún me sigues buscando
en un
abrazo sin término,
buscando
un más detrás de un más,
otro
cielo en su cielo.
El
viento que te trajo
me
llevó flotando a la deriva,
confusa
me siento
en mi
existencia misma
y sigo
mi trayecto
tan
sólo tras de ti,
no
quiero perderte,
sólo
encontrarte.
Oigo
voces de asombro
en la
boca del viento,
nos
esconde de este mundo,
en un
íntimo secreto
confundiéndome
en nuestro vuelo
en aves
de fantasía,
dejando
una rosa de agua
en
nuestros ensueños.
El
viento que te trajo,
mi
viento que me alzó
desde
las rudas cuestas a buscarte
con mis
pálidos anhelos,
dejando
estelas de poemas
en el
río y un río
en el
poema de mis primeros sueños.
¡Cómo
sueño las horas azules
que me
esperan tendida
en el
aire a tu lado,
sin más
luz que la luz de tus ojos,
sin más
lecho
que
aquél de tus brazos!.
El
viento que te trajo
me
arrebató mis días
y mis
noches
y me
dejaste vagando
por el
infinito en una luz difusa
y
violeta sin más frases,
palabras
que en mi boca
se iban
encendiendo como estrellas,
buscando
donde posarse
para
que tú las recibieras
al
abrir los secretos de la noche.
El
viento que te trajo
me
embriagó el alma con tu amor,
labrando
muy hondo dentro de mí
la
dócil materia eterna
que te
amará por siempre.
Te
sentí llegar,
parecías
una nube alta,
un
fantasma sin asidero,
un
horizonte sin llegada,
pero sí
ahora a mi lado
vamos
juntos entre vientos más ligeros,
entre
nubes,
soñando
los sueños
nuestros
que nos llevan a encontrar
otros
nuevos que nos empujen
a estar
siempre juntos
como
dicha futura llamándonos…
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