¿Y yo qué? Mi alma casta, pura, diáfana
como un cielo azul,
ondea en mil vueltas para evitar,
la mentira,
la envidia,
la traición,
los celos.
La amistad es lo mas grande,
sublime
y como bálsamo ilumina mi alma,
me haces reir,
Llorar, suspirar,
en momentos inolvidables.
¿Y yo qué?
Sigo
siendo un corazón vacío de amor
Pero
pleno de esperanzas de encontrar algún dia,
Lejano,
en otro horizonte,
Ese
amor digno,
verdadero
y único que estoy esperando.
En este
poema vuelco toda mi vida
¿Y yo
qué?
Existo
para escribir poesías de amor
Que se
van en paginas inquietas, blancas,
Que
inundas corazones anhelantes de amor.
El
poema como sustancia viva,
arde en
canto, entre vientos que avivan la misma llama
Que hoy es pura ceniza.
¿Y yo qué?
Mi alma se inundó de nostalgias y penas,
cuando viene la noche hasta la orilla de la vida.
Debo reír, cantar, llorar,
con toda el alma enamorada de ese amor imposible,
distante y más lejano que nunca.
¿Y yo qué?
Me hice invisible entre las nieblas de un corazón que sufre
esperando lo que no llegará nunca.
No soy nadie, ni nada,
me voy a horizontes lejanos
para que el olvido me encuentre.
“El
amor, como
un
espejo roto
en
mil cristales acrisolados
lo
necesitamos como el aire
para
respirar”
No hay comentarios:
Publicar un comentario