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domingo, 31 de marzo de 2019

Mi júbilo


                                


Mi júbilo, regocijo, algaraza del alma
tú regresaste a mí.
Allí te vi y no quise detenerme en la orilla tu vida.
Es abril de un año que para ti no existe
y sin embargo, un dulce calor te trajo aquí a mi lado.
Era yo apenas una certeza esta mañana
y la espuma del sueño
y los lados del día
se apretaban junto a mí.
El júbilo del encuentro:
¡Qué exaltación!
¡Albricias estoy contigo!
Y en mi anhelo me atrae tu voz,
emociones vibrantes que tiernamente
como un murmullo de un fresco manantial
me susurra despacito frases de amor.
Es tu nombre luz, magia y sortilegio.
Júbilo del encuentro deseado,
es la apoteosis de lo tan necesitado.
Sólo el murmullo de tu voz
es como escuchar el aleteo de pájaros,
gaviotas, gaviotines, alcatraces,
que besan el mar y coquetean las ramas de los árboles.
Contigo a tu lado exclamo con alegría,
¡Bienaventuranza!
Por fin estoy feliz.
En este tiempo medido con ensueños,
¡Al fin! veo que sales de mi nada tormentosa.
Tus caricias ya corren sobre mi piel dormida
dejándome apegada a ti.
Allá voy con mis delirios,
a saborear la paz serena de tu amor.
Enciende la leña de tus brazos,
para recibirme entre las lenguas
húmedas de tus manos

                                   “El movimiento
                                    por breve que sea su existencia
                                    es vida.
                                    Tiempo interminable el del amor”



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