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Mi vida y tú



Mi vida y tú están entrelazadas, juntas
no es existir si nos separamos.
Éste verso mío no es de alguien ya definitivamente muerto,
aquí estoy a tu lado,
aún vivo escribiendo para ti, mi amado.
Hay personas que pasan por la vida
sin que nos demos cuenta.
Tú, mi amado, en cambio, fuiste un alud de sobresaltos,
un júbilo ardiente, una caja de Pandora,
música con nuestras melodías.
Me diste la ternura que yo siempre me negué
y yo te compensé con todo mi amor mi vida.
Juntos, agazapados como dos felinos
cubrimos de pasión el miedo ajeno que llevamos dentro.
Mi vida y tú, son otro viento que aviva la misma llama
que hoy es canto que arde en la sustancia misma del poema.
Irrumpes en un cielo donde inútil
se estremece aún la llama del deseo.
Otro aire alimentará nuestros deseos,
nuestros placeres,
nuestros besos ávidos de caricias.
Mi vida y tú, crecen en nuestro abrazo
como imagen del fuego.
Hay una sed que no se apaga, que es llama
en medio del torrente, una llama que ya no abandona
su ardor, ni sucumbe aún
en el cauce rápido del agua límpida.
Busca en la luz un camino,
una escala de penumbras
y ven a mí,
¡te esperaré siempre!

                                            “La poesía es la palabra imprescindible
                                            que rueda hecha poema,
                                            está en todas partes
                                            y no se deja ver”.

Sin olvido



Sin olvido, la distancia es recuerdo milagroso,
no nos perdamos en la nada,
somos vida.
Con el cielo muy alto en el poema,
con el cielo muy alto entre los árboles,
veo tu sonrisa, apenas aire,
apenas la música del que canta.
Me abrazas y soy tuya entre las flores
como una rosa en medio de la noche ,
abro mis pétalos y te espero ansiosa.
Sin olvido, nuestra búsqueda incesante
es recuerdo perpetuo,
somos amantes en el tiempo del hoy y del mañana.
Voy hacia la luz que me trasciende,
hacia la palabra trascendida sin buscarte
y allí estás esperándome siempre,
mi amado amante,
en el secreto ejercicio de tomarnos por la mano,
yo tuya, y tú hierba voraz contra el viento.
Extrañas palabras que de tu boca sigo amando
y no las olvido
ya que en mí bajan con anhelos tibios y secretos.
Boscosa luz de la palabra,
nacías de la música y eran pájaros encendidos
en la luz del canto

                                               “Escribir poemas
                                               es hacer semillas al fruto
                                               y volver desnuda al aire”

Mi júbilo


                                


Mi júbilo, regocijo, algaraza del alma
tú regresaste a mí.
Allí te vi y no quise detenerme en la orilla tu vida.
Es abril de un año que para ti no existe
y sin embargo, un dulce calor te trajo aquí a mi lado.
Era yo apenas una certeza esta mañana
y la espuma del sueño
y los lados del día
se apretaban junto a mí.
El júbilo del encuentro:
¡Qué exaltación!
¡Albricias estoy contigo!
Y en mi anhelo me atrae tu voz,
emociones vibrantes que tiernamente
como un murmullo de un fresco manantial
me susurra despacito frases de amor.
Es tu nombre luz, magia y sortilegio.
Júbilo del encuentro deseado,
es la apoteosis de lo tan necesitado.
Sólo el murmullo de tu voz
es como escuchar el aleteo de pájaros,
gaviotas, gaviotines, alcatraces,
que besan el mar y coquetean las ramas de los árboles.
Contigo a tu lado exclamo con alegría,
¡Bienaventuranza!
Por fin estoy feliz.
En este tiempo medido con ensueños,
¡Al fin! veo que sales de mi nada tormentosa.
Tus caricias ya corren sobre mi piel dormida
dejándome apegada a ti.
Allá voy con mis delirios,
a saborear la paz serena de tu amor.
Enciende la leña de tus brazos,
para recibirme entre las lenguas
húmedas de tus manos

                                   “El movimiento
                                    por breve que sea su existencia
                                    es vida.
                                    Tiempo interminable el del amor”