Arranca de mí este impuro deseo de justicia que aun me turba, la mezquina insinuación de protesta que sube de mi cuando me hieren. No me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de los que amé.
Déjame que alcance mi verso perfecto y mi penetrante melodía para cuando mis labios no canten más,
Muéstrame posible tu Evangelio en mi tiempo, para que no renuncie a la batalla de cada día y de cada hora por el amor perdido.
Hazme fuerte, aún en mi desvalimiento de mujer, hazme inmune a todo poder que no sea puro, de toda presión que no sea la del amor sobre mi vida.
Muchas veces me tendré sólo a mi misma, dame el levantar los ojos de mi pecho con heridas al despertarme cada día.
Haz que haga de mi espíritu pájaro con alas al querer no sólo por como es sino como soy yo cuando estoy con él…
Mi amor navega por un horizonte infinito porque uno aprende a amar no cuando encuentra a la persona perfecta sino cuando aprende a creer en la perfección de una persona imperfecta.
Nadie supo entender, nadie comprendió que era un amor final, desesperado, ni intenté arrancarlo de mi lado cuando con duro corazón me hirieron.
Lloré tanto aquel día que no quiero pensar que el mismo sufrimiento, espero cada vez que en tu vida reaparece ese amor que al negarlo te ilumina. Tu luz es él cuando mi luz decrece, tu solo amor cuando mi amor declina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario