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martes, 7 de febrero de 2012

Yo he de quererte


Aunque nunca mi cariño tenga el precio de tus besos aunque nunca mis palabras repercutan en tu pecho yo lo mismo he de quererte sin palabras y en silencio como quieren los que sufren, los que aman en silencio, porque te llevo dentro como si fueras un sueño como si todo lo tuyo se adormeciera en mi pecho.
Benditas son las noches que me traen tu recuerdo cuando a solas en mi cuarto sin mirarte yo te veo porque ese viaje inalcanzable que se llama pensamiento me persigue a todas partes para cubrirte de besos porque tú me has enseñado a quererte en silencio, sin palabras, desde lejos.
¡Qué de pesos inmensos, órbitas celestiales se apoyan, maravilla, milagro, en aire, en ausencia, en nada! ¡Sí las almas finales! ¡La tuya y la mía!, las almas que como alas sosteniéndose solas a fuerza de aleteo, desesperado, a fuerza de no pararse nunca, de volar, para encontrarse un segundo en el aire, en el aire de aquello que ya fue.
Sueño que quise vivir en silencio, tus manos de mi corazón se desprendieron, quisiste alcanzarme: mis besos huyeron a un jardín florido lejos del recuerdo buscando otro nido.
Mi vuelo incansable encontrón tormentas, también tempestades, pero estoy segura, ya viene la calma, sus besos me sueñan, sus manos me buscan ansiosas de amor con sed de caricias, luz en el horizonte me espera algún día, no quiere engañarme su mano en la mía, su mano en la mía...

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