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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Renunciación


Renunciación de tenerte a mi lado, me despido de ti, te regalo la luna, todo fue una ilusión vana y breve.
No se si te amé, creo que no, pero me queda tu sonrisa dormida en tu recuerdo y el corazón me dice que no te olvidaré.
Renunciación, te digo adiós por siempre aunque toda la vida siga pensando en ti.
La noche alba y vacía se poblará de recuerdos ya no tenidos y en presagios de memorias revividas me iré buscando con ojos penetrantes en altas madrugadas, ese amor que me está esperando, cálido y tierno, pleno de esperanzas para vivir un viaje sereno y largo.
Desde la nada subiste, maestro de la seducción, a la cumbre dorada de la conquista y ahora desciendes al valle de las sombras, callado, apesadumbrado, sin nada en las manos vacías.
Tus amores te abandonaron a la vera de tu camino, estás sólo con tus pesares y dolores.
Tenías en poder y el coraje de enfrentar la vida y vencer pero la vida y tus entornos te vencieron,
Renunciación total, me despido de ti con pesar y pena, no por mí en quien dejaste la inspiración divina de crear con amor versos, palabras, guiones de vida que vuelan por el mundo. Sí por ti que estás recibiendo de la vida la hiel del ultraje y los golpes duros que duelen más que las heridas abiertas.
Renunciación, te dejo con lo que tú anhelabas y te abandonó, no pudiste dominar tu genio metido en el polvo de la mentira, sin descanso, no viste que el verdadero y único amor te estaba esperando.
Ahora, desnudo y solo bajas de tu pedestal de mármol roto y ya nunca encontrarás la paz prometida.
Yo me voy al mundo nuevo, de noches claras y estrellas errantes, a encontrar el amor, el verdadero, el que me inunda de jazmines entre blancas espumas y esmeraldas temblorosas de vergeles que nos envolverán en un abrazo total y nuevo.

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