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domingo, 8 de enero de 2012

LA MITAD DE MI ALMA

Yo que morí mil veces y soy capaz de sentirme todo espíritu y que conocí la ausencia de la materia, yo vuelvo hoy en otro ser, yo te canto a ti alma gemela que eres la mitad de mi misma alma.
Tal vez nos encontremos en el espacio y en el tiempo de una dimensión de vida en la que compartiremos expresiones de amor intenso y profundo.
La mitad de mi alma, la que tiene en secreto la lumbre que me ilumina y me lleva a las blancuras de los astros y me da los carismas divinos de la luz y del canto.
La mitad de mi alma, es la que aparece en las luces de mis sueños, entre los surcos sagrados que en mi pecho anidan, entre mis nostalgias y recuerdos vividos.
La mitad de mi alma, eres mi cielo, mi cielo nativo, eres mi infancia, mi juventud toda, eres mi otoño y en mi boca cantas y por ti mis letras, mis palabras fluyen en poemas de amor que van hacia ti.
La mitad de mi alma, tiene olor de azahares de novia, de mi pecho de ramas espejos del recuerdo, de cielos de campanillas y manantiales de dichas que suave emanan por aquí, más allá, más lejos, hacia ti.
La mitad de mi alma, ¡qué alegría que existas tú tan cerca mío! y todo brilla a nuestro alrededor, olas, reflejos, ondas, seres de luz sobre el agua quieta, para que tú y yo gocemos el momento de ser almas gemelas, haciéndose la luz despacio de las noches tras las auroras.
La mitad de mi alma, es ahora, mi alma entera como un pliego dorado que llega al texto mágico donde se encuentran las ideas, los sentimientos, las inspiraciones como revelación del fulgor nuevo de ser uno y no mitad.
¡Triunfo!, ¡revelación!, en impolutas páginas tú y yo estamos juntos y el pensamiento nacido de la nada es llevado al todo en claro traduciendo incógnitas lejanías a gozos inmediatos.

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