Embrujamiento de amor, llenaste con tu dulzura inmensa toda
mi vida.
Sólo a ti, junto a ti, el alba abre en la noche y el
crepúsculo en el pecho del día y el dolor de no tener la luz que no se tiene y
el gozo de esperar lo que vendrá.
Nos amamos sin límites o sin medida, inseparables e
indivisibles.
Sé tú las alas y el espacio infinito, el ser amado sólo a ti
me entrego, tanto en el llanto y la desolación como la alegría.
Si derramo lágrimas que no sean de tristeza y soledad sino
de comunión con el amor.
Sólo a ti, para ti, escribo mis palabras, mis versos, porque
nunca más estaremos solos, verdad de dos, fruto de dos, verdad paradisíaca y
única, cuando terminan las virginidades del día sólo y de la noche sola.
Nada es tan infinito, tan completo, tan perfecto como el
amor.
Sólo a ti amaré, porque tú y yo esta noche y todos los
instantes de nuestra vida, tenemos la fuerza liberadora que nos conduce a
vastas moradas invisibles del infinito.
Hoy no pensé en ti y tampoco estuviste en mis sueños y
¿sabes por qué? porque si fueras un pensamiento
éste pasaría con el tiempo y si fueses un sueño despertaría y sería
irrealidad.
Entonces estás por encima de los pensamientos y de los
sueños porque estás en el centro de mi corazón.
Y esto es amor.
Sólo a ti, mi vida es tuya, ven a mis brazos, suelta esa
felicidad que cumpla su misión de fuego puro y así tú y yo nos abrazaremos sin
movernos, locura indispensable para ser felices.
Sólo a ti te enviaré cantos de risas y alabanzas para
compartir tu vida con la mía y para que me enseñes de lo que está hecha la
vida.
¡Eres tú quien puede caminar en mis pensamientos y latir en
mis adentros junto a mi corazón! ¡Sólo a
ti te doy el valor de mis alientos porque no hay duda ya de que nosotros somos
los dos llamados posesión lenta, al fin, del paraíso
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