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martes, 27 de diciembre de 2011

Esperando tu llegada



Esperando tu llegada, aquí estoy, expectante y emocionada, ansiosa, entreluces del hoy y del mañana.
Solo espero tu llegada, cada día, cada tarde solo tú enciendes la flama que no quema pero arde.
Esperando tu llegada, para gozar sin prisa de tu presencia añorada para que veles mis noches de sueños.
Quiero que en mis auroras tu aroma me envuelva y sentirte cerca mío, muy cerca.
Esperando tu llegada, en un tiempo cercano, intimo y nuestro, sin afanes indecisos, sí con esperanzas nuevas sin nunca más perdernos ya de vista, de volver a ser uno, de juntarnos fatalmente perdidos en la vorágine de nuestros besos.
Esperando tu llegada, anhelada, deseosa de sentir tú aliento fresco y cálido.
Te espero aquí, tras la paz de intactos cristales en nuestro manantial de dicha que suave mana, en nuestros sueños remontándonos a nubes altas.
Esperando tu llegada busco tu sonrisa flotando en el éter , buscando tus labios los míos para cubrirme de besos, disipando para siempre las neblinas que me envolvían tristemente.
Esperando tu llegada mi corazón espera descansar ahora, en la breve rama de tu pecho y aunque muera sé que vivo en los claveles futuros de tu cuerpo.
Esperando tu llegada en el grave concierto del otoño, escuchando como los violines agitan un mar de hojas amarillas, rojizas, elevadas por el viento.
Te espero desde los campos de amapolas y solo tú irradiando tu fulgor secas las fuentes de mi llanto.
Como el nardo juvenil guardas en tus entrañas los bálsamos  y secretos de lumbres que hacia el tristísimo corazón cansado, lo colmas de las blancuras del astro.
No importa que te aleje, que aún no estés a mi lado por mares o el tiempo te aparten porque por sobre la verde muralla del agua agitada llegas, al fin a ver los carismas divinos de la luz y del canto.
Esperando tu llegada mi corazón late en este rojo silencio de mis ríos interiores y bien oculta duerme la esencia del ser que no logra vivir sin ti.
El amor ha de estallar mañana, retenido en pimpollo, donde mi alma, cercada de tinieblas al infinito descansa.

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