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jueves, 5 de enero de 2012

Desengaño



Desengaño, tristeza y dolor, la verdad afloró en un soplo del tiempo, la traición y la cobardía inundaron mi alma.
Aquel a quien yo consideraba mi ilusión de amor quitó su máscara y en un momento su verdadero yo, se atrevió a ser girar mi vida en esquivas y lastimeras quejas de llanto.
¿Quién es capaz de producir este desengaño tan humillante huyendo rápidamente después de la traición?
¿Qué buscaba al romper la unión, tan tiernamente atesorada, que creí que existía entre los dos?
Desengaño, por fin puedo decir que se rompieron las cadenas que me tenían presa.
Gracias doy al cielo por este gran milagro ¡no más humillaciones! ¡no más mentiras
Desengaño, acíbar amargo y cruel, te amaba demasiado para merecerlo, te entregué mis vanas esperanzas, ¿quién te ha conferido el derecho divino de juzgar y el don de herir y lastimar a quien tan sólo te ofreció amor?
Al fin, todo terminó, dejé de ser el recurrente destino de tus falsas caricias, de ser la corriente perpetua de tus falsas mentiras.
Ya no eres más el fulgor donde se anidaban mis anhelos, arrasando mis sentidos a las alturas inolvidables del más allá.
¿Quién eres tú para ostentar como bandera al viento tus malignas verdades plenas de apetitos prohibidos?
¿Por qué crees tener el don de la persuasión para engañar por falsos caminos a quien te respetó y te dio todo su cariño?
Desengaño, triste y doloroso, has dejado de ser mi dulce amor, el prófugo príncipe enamorado que busca aventuras mortales y peligrosas
Tristeza y dolor pero sentimiento de libertad total y por siempre ecos de mis esperas.
Has dejado una cicatriz más en mi alma pero con firmeza sólo será una raíz muy honda que ni se percibirá.
Mi amor, el verdadero, me encontrará y a mi vida retornarán como gotas de lluvia la esperanza, la fe, los anhelos de vivir.
Desengaño, cruel, pero ya superado, quiso hacerme daño pero no lo logró, mi alma aún apergaminándose de llanto por la desilusión resurgirá, pura y límpida dejando en las huellas del olvido lo que nunca debió acercarse.
Podré así sembrar y cultivar el amor que me inunda mi mundo interior y ser feliz, gota a gota cada minuto del existir.

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