Corazón de
cristal, frágil en su consistencia deja ver los sentimientos que emanan de su
interior e iluminan con colores el entorno.
Corazón de
cristal, donde se puede dañar y romper en pedazos en sus paredes por cortes
punzantes y hondos como espejos desmenuzados al azar.
Corazón de
cristal, te lo entrego, refléjate en él, es este refugio que te recibe ansiosa,
te invito a reflejarte en mis ojos y perderte en ese sin fin de colores que mi
amor puede ofrecerte.
Ya puedo
escucharte, susceptible como la brisa llegas a mí desde una encrucijada de
amor…
Y aquí está, un corazón de cristal que pide que
lo quieran, un corazón de cristal que llorando está y en tus manos lo dejo, pero
nunca lo hieras o se volverá a deshacer en miles de espejuelos sueltos, es un
corazón de cristal que ha empezado a amarte, un corazón de cristal que anhela
tu amor.
Corazón de
cristal que del que mil lágrimas transparentes brotan, susceptibles de recibir
dichas y dolores al unísono, emociones que pretende entregarse como se entrega
al día, acaricia el alma de quien es su derredor, su mundo, su todo, su toque.
Imagina
todo lo alcanzable, y me das el amor que saboreo junto a ti, ese néctar, ese
dulce sentir que une dos almas hacia el todo nostálgico y puro.
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