Páginas

jueves, 17 de mayo de 2012

Impaciente

Impaciente,
 esperándote para llegar a ti y convertir mi sueño en una realidad.
 Te soñaba siempre, rubia, alta, elegante, con ojos de cielo… te deseaba ardientemente, sin lograr tenerte, hasta que un día me rebelé al imperio de los sueños, me sumergí en mi propio inconciente y te robé, te secuestré con tu complicidad, pues te hallé en las puertas de mi conciencia, esperándote para ser muy feliz.
 Impaciente,
 te aguardo a mi lado, ahora creo que si el hombre no logra los sueños su mente se nubla y después de no verla, de no sentirla, de desearla, debe diseñar sus sueños arrebatándolos al inconciente perverso que nos mata de amor en esa espera sin fin de lo deseado que nos hace agonizar sin matarnos definitivamente.
 Impaciente,
 mi vida está colmada de amor por ti.
 Necesito tu apoyo, tu acompañamiento, tu bello amor, tus poemas me motivan para seguir adelante para viajar en mi conciencia que te sueña constantemente.
 Gracias por estar aquí, conmigo siempre.
 Te llevo en mí, me cautivas en cuerpo y alma.
 Quiero que estés a mi lado para seguir amándonos como nos estamos amando, con infinita dulzura.
 Impaciencia, adonde tú vas conquistas, pues tu poesía seduce, enamora, porque sabes decir lo que queremos escuchar desde el fondo del alma.
 Es tuyo el don para complacer, gracias mi linda, mi bella, mi amorosa novia, amante y compañera.
 Te llevo siempre en mí pero me haces mucha falta.
 Tus besos me llegan al alma y se convierten en dulces pasiones.
 Mi amor, lo importante es que nos demostremos que nos amamos cada día más y que nos necesitamos con mucho amor, me haces falta y te hago falta para darnos mutuamente mucha ternura y mimos.
 Tu belleza sin par retrata tu persona y se sustenta tu alma en la grandeza de tu poesía.
 Impaciente, 
por tenerte en mis brazos, protegiéndote, amparándote, ¿cómo decirte que no llores?, sin negarle a tu alma que se exprese, ya que el llanto es lenguaje del alma estremecida que se asoma a los ojos como gotas de cristal.
¿Cómo pedirte que no seas tú? Sólo deseo que esas lágrimas sean de júbilo, alegría y satisfacción.
 Impaciente
 te espero cada día, eres mi realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario