Inunda mi
Ser como un sueño al más allá, donde no existen dudas, ni resentimiento sino en
estar con uno mismo, conociendo cada atisbo del alma.
No quiero
enmudecer en un silencio profundo, quisiera expresarme a mí misma lo que encierro
muy dentro, pero al querer expresarlo tiemblo en silencio.
El hondo
silencio muy dentro de mí hace ecos y esta callada realidad pide a gritos
recomenzar, quitar lo imposible, para llegar al encuentro de un corazón que no
huya a la hora de amar.
¿Acompañan
las almas? ¿Se las siente aún en el silencio profundo? ¿O lo que te acompañan
son cristales o espejos minúsculos de vida, cárceles de amores ocultos, lanzas
que te hieren sin cesar y vienen del pasado
En estos
silencios profundos ¿qué buscas? ¿te acompañan las ansias? ¿no te acompañan?.
¿O tienes
junto a tí, solo a tí, como yo, un atisbo del silencio, música lejana,
desesperada por encontrar en el silencio alguien que te necesite que te regale
besos nuevos.
Silencio
profundo ¿Acompañan las alas o están lejos?
¿Te
acompaña ese inmenso querer de estar contigo que es el conocimiento de uno en
una eternidad sin fin?
No quiero
estar sola en mi silencio profundo, sin otra compañía que mirar muy despacio,
con los ojos arrasados de llantos, el pasado que me acompaña y sentirme
desnuda, sola, con tu desnuda alma prometida en mi silencio profundo.
Silencio
profundo, amor en silencio, amor prodigioso, amor secreto que se hunde en el
vacío y en el cosmos infinito.
Y de noche
el silencio que nos llega hasta el alma sin saber de qué ausencias de ruidos
está hecho.
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