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lunes, 28 de mayo de 2012

Tu ahí... yo aquí



Yo aquí, sola esperándote, tu ahí queriendo estar a mi lado pero las trabas de los imposibles han hecho un tejido fuerte y entrelazado y los no saber por qué nos separan cada día más.
¡Ay, ensueños inagotables sintonizados en frecuencias virtuosas!. Las que no nos dejan unirnos, las que se cobran en dolores y pesares y recaban al sonido de la vida sus aportes…
Pido la calma por no estar contigo, como alma que quiere resplandecer, ¡dar luz!.. De que ama, dar la buena nueva de ser tu amante… dispuesta a vivir a tu lado.
Tú ahí… yo aquí, nostalgias me invaden y no quiero sentir el dolor de que estés lejos de mí, ¿Qué es lo misterioso que nos impide estar juntos? ¿Cuándo y cómo llegarás a mí?
¿Acaso el destino no quiere que estemos juntos?
Quiero que vivamos  amándonos en la danza incomparable de un ensueño que sueño despierta, en vigilia permanente para encontrarnos de improviso.
Tú ahí… yo aquí, cuidemos nuestro amor porque es un tesoro único aún desde la lejanía.
Me he dado cuenta de que amarte me lleva a lo inmenso que me conduce a tus amantes brazos.
Tú ahí… yo aquí y aunque distantes mi amor está libre, suelto, con tu sombra misteriosa y puedo vivir en ti sin temor a lo que más deseo, a tu beso, a tus abrazos que me llegan sin rozarme, tu solo cuerpo posible, tu dulce cuerpo pensado.
Y acaso tú algún día leerás estos versos, saberlo yo me colma de paz y yo aquí, recordándote a la orilla del mar.
Existe un amor tranquilo que dura hasta la eternidad y un amor tempestuoso, apasionado y loco que es el que sembré en el alma para quererte a ti que durará por siempre.
Tú ahí… yo aquí, el rumor de mi sangre va cantando tu nombre y el viento de la noche lo repite al pasar.
Tú ahí… yo aquí, pero siempre juntos los dos aguardando, esperando, susurrando, a vivir la vida, a que se la sienta…

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