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jueves, 21 de junio de 2012

Traición inesperada



Traición inesperada, que raya el silencio del espacio, confié y amé con alegría y felicidad pero un viento huracanado, violento, azotó mi alma, era la mentira, el engaño de tus palabras.
Como en una inmensa alfombra de esmeralda, el mar se ensanchó del espeso espacio que cubría mi cuerpo rodeando con caricias falsas las que creí verdaderas.
Inútil te busqué y te perseguí debajo de la piel de mis sentidos, te entregué mi espíritu abierto a esperanzas que tú hipócritamente despertaste en mí.
Traición inesperada, te fuiste sin decir palabra, moviendo la distancia como las alas batiendo por detrás de mis oídos, fatigando mi corazón y mi respiro entre tus cantos de notas aterciopeladas y poemas de amor que me entregaste con mentiras ciertas y dolorosas.
Traición inesperada, parecías un guerrero de indomable valentía pero al falso golpe de tu lanza al polvo rodaste detrás de mi camino.
Fuiste para mí, en un primer momento un bizarro caballero pero atacaste de frente, a la perfidia a la traición.
¿Dónde, dónde se han escondido, en que lugares secretísimos la sinceridad, la bondad, la solidaridad, la ayuda mutua, el frescor de las almas?
Busco y vuelvo a buscar y sólo se asoman entre ramas oscuras las mentiras, las falsedades, los malos que acosan a los seres buenos.
Traición inesperada, lentamente me sumerge en la nostalgia de tu ausencia, me ahogo en tu silencio, respiro esa presencia esquiva que me niegan tus manos y tus ojos.
Extraño tus palabras, tus canciones y veo en el recuerdo tu imagen juguetona recorriendo mis cabellos con tus dedos y haciéndome promesas vanas de ilusiones que no ocurrirán nunca.
Traición inesperada, traición al fin, desapareciste ocultándote en la nada, ya no eres nadie, ya no eres nada.
El verso ahora me hace resurgir de las heridas que tú causaste y mis pensamientos puros afloran y bullen como hirvientes imágenes con esperanzas nuevas y continúo luchando en este mundo frío que tú dejaste.
Renazco del orbe donde me sumergió la nostalgia de tu ausencia, respiro en un nuevo aire perfumado seduciéndome en un arco iris de sueños ocultos, renovados, donde hay mil caminos para recorrer con pasos firmes y agigantados, sacudiéndome con el aliento de su brisa azul y ágil, naciendo amaneceres con canto de besos en brazos, danzando un ritmo anhelado, sin culpas ni desasosiegos, sin rutinas, sin miedo a amar y ser amada.

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