Alegrías y pesares colman nuestra vida en el ayer, ayer de
ayeres, en el Hoy, en instantes imprevistos, impredecibles, insospechados, a
veces insólitos y sorpresivos.
Alegrías entre risas, carcajadas, envueltas en tibias
felicidades del corazón, dejando caer suspiros leves, entrecortados, a tu pecho
que los recibe con alborozo y palpitares de amor.
Pesares que como mantos oscuros, tenebrosos, a veces
trágicos, dolorosos, nos rodean, nos acosan de desgracias ya sufridas o por
sufrir.
¿Por qué nos cercan? ¿Cuál es la razón de no dejarnos vivir
entre dichas y dulzuras?
Alegrías y pesares, mantos de llantos entremezclados de
risas y sombras entre bóvedas de experiencias vividas.
En mi corazón hay un rincón muy íntimo, como una antigua
sala llena de recuerdos, como piezas delgadas y delicadas que en este otoño de
mi vida se arremolinan intactas para ir y volver, volver e ir, de pedacitos
vividos a salvo del olvido.
Alegrías y pesares es en el tiempo inusual y absurdo que nos
transportan como trastornos en el tiempo que se fue y en el que viene.
Pese a todo es, sin embargo hermoso y sorprendente ya que es
la consecuencia de vivir estando enamorada de la vida.
Alegrías y pesares, a veces pletóricos, nos hacen vibrar
como un viñedo en tiempo de cosecha, un olor a tierra cuando llueve, es un todo
enlazado entre hilos tenues de temblores vividos.
Y como velo de paradojas nos hacen rondar, vibrando hacia
ti, quiero y necesito tus brazos, tus vehementes besos, aún cuando después
desaparezcan y los pesares manen como de una fuente de mi alma rota y herida
por mil cristales aún amándote hasta mi muerte.
Desde el viento del crepúsculo caigo y de mi pluma surgen los versos más tristes y
apasionados que tú me inspiras.
Alegrías y pesares, he estado contando las vueltas de mis
días o cualquier día, entre muchos otros, simplemente sintiendo el
agrietamiento de la superficie ritual de mis tiempos pasados.
Con mi imaginación subí a las montañas, bajé hasta los altos
ríos, ya estoy de vuelta, de buscarte por lugares insólitos y desnudos y el
pesar inundó mis días.
Voy a escribir ensayos, con fórmulas secretas donde
exorcizaré el tiempo, pasaré mis gerundios por tus ojos y en mi corazón
cubierto de sol y niebla, capaz de absolución y condena, con ternura pertinaz y
con todo el amor feroz que me de más alegrías que pesares.
Voy a escribir ensayos cabalísticos acerca de nuestro gozo y
placer vividos en completa y expuesta desnudez de nuestras almas todas.
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