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viernes, 24 de agosto de 2012

Danza circular



Danza circular, bailo la vida, siendo lo que soy, una y otra vez, me renuevo con las estaciones del Universo y mi cuerpo es el cuerpo de todo lo que es.
Yo soy la que soy, una con el gran Sol, soy esa esencia que nunca morirá… a pesar de desangrarme por el camino, viajando los senderos que eligió mi corazón.
Danza circular, rítmica, audaz a veces, sensual otra, lenta o vibrante, pero siempre plena aún bailando conmigo misma pero dedicada a ti, mi amor.
Danza circular, la bailo de madrugada con la espiral de la luz… bailo hasta que el fuego sagrado de la noche se enciende, me libero y me desapego de todo, apego con la música del cielo… ¡Ven, acércate, baila conmigo la hermosa danza de la vida!
Danza circular, apasiona el aire y vuelve leve la sed del amor, nacen los versos entre caligrafías de perlas en un mar de pasión irradiando encantamientos y concediendo dones como la dulzura de la miel, la caricia del musgo, el fuego del mar.
Danza circular, entre arabescos de luz, entre nervaduras del cielo y abrazos de agua.
Danza circular, arremolina sentimientos y me deja en un espacio único, mágico, irreal, imantando el alma con geometrías vegetales y tules de plata enredados en mi piel.
Danza circular, es contigo que estoy, amor, disolviendo la fragua de la pena que quema, movimientos con resplandores, sin los siete velos, sí con estrellas migratorias en arterias doradas, palpitando árboles y cuerpos enramados en remolinos y ascensiones.
Danza circular, la música nos envuelve entre capullos concediéndonos el don de amar y se mueven resplandores como vuelos de arcángeles sin espadas.
Mis pasos son pasos de una danza, bailo poesías entre colores y movimientos, fogosos e intensos, creando espumas, nubecillas, jardines celestes, corolas blancas.
Danza circular, que comienza antes de que llegue el día, labradora, la aurora se levanta entre estrellas rezagadas que con sus luces que aún recorren los cielos por el mar aún van a sembrarlas.
Estalla la danza entre mil sones redondos de eterna magia y esplendores, estallan en los espacios claros, cubriendo de mitos que la luz guarda.
Danza circular, eterna y sentida, todo baila, brazos, manos, pies y dedos y hasta los ojos y labios tiemblan en rítmicos parpadeos y balbuceos de amor y cubren su verdad guardada en lo profundo de su seno con latires gozosos y palpitantes albores.

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