El arte de amar consiste en vivir y el arte de vivir
consiste en amar.
Cuando la palabra brota refulgente del corazón trae suspiros
hondos cuando florece, es cuando en los ojos nace la estación en que las
pupilas se iluminan de amor.
Nacen de mi alma versos y estrofas, formando caricias en mis
manos y enamorada, fascinada totalmente hago del amor un sublime placer.
Siento que mi corazón me exhorta a actuar como su emisario y
mi voz te susurra dulcemente mis sentimientos cándidos en la luna frágil de la
tarde nuestra.
Sin hablar, en un silencio distante, nuestros labios
temblorosos de tentación sentían los latidos en ansias verdes, azules, en ondas
para rendirse en las mieles de la pasión.
El arte de amar nos eleva a la cima más alta del más allá,
al momento tan perfecto, tan sin par, imposible en lo mejor del placer de estar
tú y yo juntos.
La esencia del amor está en los ideales de la paciencia
entrelazando mieles, pasiones intactas como tejidos de hilos.
Es un don, un diseño ideal, meditando juntos aprendemos a
amarnos más.
El arte de amar es saber proteger y cuidar esa ilusión
nacida sin saber por qué, frágil y perfumada sin atrevernos a tocarla por miedo
a que desaparezca en la nada.
Amar es una mirada que se enciende, una voz que penetra, una
necesidad de caricias, un mundo de dulzura, una sed de ternura, es cantar y
bailar, respirar y sentir, abrazar y mecer.
Mirar juntos esa puesta de sol, escuchar el murmullo de las
olas, volar alto en el cielo mecidos por el suave viento.
El arte de amar es proteger la vida, vivir momentos únicos e
inolvidables, compartir alegrías y tristezas, luchar juntos siempre.
Quiero llevarte en mis pensamientos y sentir tus brazos
rodeándome cuando cierro los ojos, diferenciar tu aroma y saber que eres tú
quien está aquí a mi lado, demostrándome que amar es un arte que llevamos
siempre con nosotros pero que tan solo desarrollamos cuando hallamos a ese ser
mágico que nos arrebata una ilusión para convertirla en realidad.
El arte de amar es poder volar sin alas y sentir en el pecho
perfumado con rosas y calas, es abrir un fino abanico y desplegar sensaciones y
perderle el miedo a las emociones cuando los suspiros se vuelven canciones.
El arte de amar es saber besar, acariciar y encender la
pasión, es la gloria a alcanzar y eso ¡amado mío!... eso… eso es celestial, en
el cielo monosílabo de ser dos queriendo vivir.
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