En los profundos rincones del Ser con misterioso capricho se
esconde de mí la felicidad, me hace guiñadas y me sonríe, creo verla detrás de
un ramo frondoso de alelíes, detrás de algún beso pasajero, de un fugaz y
alegre te quiero.
Busco
la felicidad, traviesa se esconde de mí, como un hada jugando al escondite en
el bosque.
Pero
sé que tarde o temprano la hallaré dormida debajo de algún fresno que cobije su
alegre cantar.
¡Felicidad
te busco! Dulce hada déjate alcanzar que mis manos te quieren alcanzar, mi
corazón te anhela y en cada esquina puedo ver tu ropaje alejarse de mí y luego
acercarse con total descaro y alegría.
Pequeña
¡no te escondas de mí! Deja que mis manos puedan alcanzarte, que mi alma toda
pueda sentirte y tomarte como suya…
¡Oh
felicidad, intenso sentimiento!, que nos lleva a un estado del ser perfecto y
sublime.
Siente
mis caricias, quédate conmigo porque juntas tú y yo podremos hacer que un
pedacito de mundo cambie para bien…
Felicidad
hazte presente con aromas de glicinas por el alba pura
entre
vergeles escondida.
Estoy
esperándote detrás de fragantes aromas desde largo tiempo atrás y te veo por
las noches debajo de las estrellas, ¡ven y búscame aunque sea tan sólo un
instante!
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