Frescura de
vertiente eres tú, dueño de la flor del alba, que juega con la brisa y da el
goce de la mirada en el sortilegio del sol.
Frescura de vertiente, espuma nacarada, eres semilla, flor, fruto
en mi vida a la que llenas de canto y haces brotar mis palabras que vuelas
raudamente hacia ti.
Yo estaba detenida en el grave concierto del otoño, escuchando
como los violines y las violas agitaban un mar de hojas y tú llegaste con tu
sonrisa fresca y pura, disipando las neblinas que envolvían mi espíritu.
Frescura de vertiente, abro mi alma a ti y suspiro notas musicales
de vida en el manantial maravilloso de lo vivido.
Frescura de vertiente, eres mi inspiración encendida y con total
armonía, del cielo me traes mieles para que nutran las dulces melodías que
hacen brotar mis poemas del alma.
No sé que tienes de sortilegio y de embrujos amorosos pero me
entrego por entero a ti al vuelo armonioso de Eros.
Frescura de vertiente, en el rojo silencio de tus ríos interiores,
bien oculta duerme la esencia de tu ser y me llevas contigo en una fugaz luz de
tus ojos a un remanso de paz donde se reflejan nuestros corazones.
Frescura de vertiente, que brotas alegre, festiva y ligera entre
las rocas de mi vida, recibiendo de la brisa fresca y el sol mañanero la
inspiración, númen de mis poemas.
Frescura de vertiente, eres el agua cantarina que refleja las
estrellas y mi corazón llevas al nacarado cielo a un remanso de paz.
Entre los dos ha surgido una ola trascendente de comunicación
interior que nos lleva suave por la acariciante frescura de la ¡esperanza!.
Frescura de vertiente, canto de pájaros, caminos de tréboles, naturaleza
viva que nos lleva a respirar savia y pura la vida entre los dos.
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