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miércoles, 5 de septiembre de 2012

Desilusión



Llorar en una noche oscura que desnuda pronto la verdad.
Llorar en una mañana fría que estrella los suelos contra la realidad.
Llorar y sentir en las mejillas la vida entera que rodando se va.
Llorar un amor que pudo ser y que nunca será.
Llorar por ilusiones que algún día renacerán pero que ahora están buscando un horizonte que quizás nunca podrán hallar.
Llorar por una promesa de amor que nunca se cumplirá.
Llorar por una herida profunda que solo el tiempo podrá curar.
Llorar porque uno quiere y no lo dejan amar porque alguien me dijo un día que era inútil luchar y porque  a pesar de eso, nunca deje de soñar.
Llorar como gotas perdidas de un gran manantial que de a poco inundan mi alma como un gran mar.
Llorar  para desnudarse de todos los apegos esos que se van encontrando a lo largo de la vida.
Llorar entregando como un rio todo mi ser al infinito para que me conduzca al amor que me esta esperando.
Llorar para dar alivio a mi mundo interior para que el aliento profundo permita a la flor de la esperanza renacer con plenitud.
Llorar para vivir amando entre suspiros entrecortados y hondos con toques divinos en  los que anida el amor dispuesto a entregar se con todo su luz.
Llorar gotas de serenidad cono bálsamo que calma y anuncia el ensueño que se escucha venir para que mi ser viva pleno de vida en un océano de amor que me lleva a lo inmenso de amarte.

En búsqueda de...



Mi vida transcurre en una búsqueda sin fin de añoranzas perdidas, poder sonreír entre lágrimas, sentir al máximo anhelos deseados.
En búsqueda de vivir sin miedos, en triunfales signos de libertad, sin guijarros ni cuestas, en sueños del orbe duraderos y profundos.
¡Oh! quiero seguir hollando veredas sin tropiezos, pastos tiernos, arroyos límpidos hasta encontrarte a ti entre los aires del sol, haciéndome surtidora de hojas de amor, golondrina de la noche, narcisos perfumados y reír y llorar contigo.
En búsqueda de agostar los sueños, donde los rincones se cortan y los fatales ángulos desaparecen en su sed de infinitud llegando desde lejos hasta ti.
Veremos cielos altos, con sus variaciones de colores que prometen caminos para no andar, sólo flotar tú y yo en alegría silenciosa.
En búsqueda de percibir tu presencia para unir nuestras almas, mirándome en tus pupilas y percibiendo la magia de tu sonrisa.
Aunque sea solamente por un instante ser tu oasis y perderme extasiada en tus brazos.
En búsqueda de un deseo atávico que me induzca a ir hacia ti, desde lejos por ciudades y valles.
Verás en mis ojos la dicha y en mis labios la sonrisa, saber que me amas alcanza para lograr la excelsitud de la vida.
En búsqueda de ese breve instante recobrado de la distancia, vivir la emoción de tu proximidad en alegría fabulosa.
Estamos en el aire y el sol nos da triunfales signos de libertad donde el tiempo se va desgranando en gotas que inundan nuestra alma toda.
Porque nosotros somos llamados a amarse en posesión lenta, al final en nuestro paraíso que es la vida y es el mar.  

Fuiste tú…


Fuiste tú, me dejaste en el mundo irreal de la poesía, mundo mágico donde estoy sola, en otra dimensión, viviendo momentos únicos conmigo misma.
Mis prosas poéticas de amor, son paradisíacas, tiernas, dulces, a veces severas, duras, despiadadas, adoloridas y ¿cuál es la razón que me insta a estar jugando con las palabras, saboreándolas, deleitándome con ellas? ¿Es que existe una razón verdadera? No, es irreal, es del otro mundo, de otros cielos, de otros horizontes y vienen despacio, sin apuro, sin prisas a buscarme y a llevarme a lugares lejanos y secretos.
Fuiste tú… mi inspiración, mi númen, mi amor consagrado hasta el último anhelo de mi alma.
Me haces vivir en nostálgicos y melancólicos suspiros que desde mi mundo interior surgen aún más allá de la nada, del no existir en esta realidad sin amor verdadero.
Fuiste tú… me transformaste, soy y seré un ser diferente desde el instante en que apareciste en mi vida, me enamoré del AMOR, me diste el todo que siento que soy hoy.
Entre metáforas, sílabas, letras, frases, sinónimos, mi mente se va sola con ellas a danzar, a disfrutar de la música, a amar la vida con total intensidad y sin saber por qué con prisas, prioridades inusitadas quieren ir a las páginas en blanco, corren, se entrecruzan, se vuelcan perdidas sin saber qué expresar, si es el amor el intenso o el tranquilo dulzor de caricias no sentidas.
Se van enhebradas en letras tejidas con encajes de fulgores brillantes, opacos, refulgentes a recorrer el orbe en mantos de amor para envolver en redes las almas necesitadas de sentimientos puros, inocentes y vírgenes.
Fuiste tú… cambiaste mi entorno, mi sensibilidad más honda, más sentida me elevó a bordes abismales de remotos tiempos, de ayeres y de presentes inesperados con profundos deseos de amar y ser amado.
Fuiste tú… la que despertaste mis ansias, mis angustias, mis puros deseos de volar sin alas, lejos, muy lejos, a cielos azules entre nubes áureas como campos de algodón, buscando el don de la esperanza, el deseo de vivir volcando mi sentir en trozos minúsculos de papel o en hojas apergaminadas o en caminos de arena donde se borran con la espuma del amor.
Fuiste tú… me diste la vida, esta vida mía que me hace amar por sendas sin fin, derramando como pétalos de jazmines sentimientos hondos, sinceros, únicos, transferibles de un alma a otra, tendiendo mis anhelados puentes donde la vida renace y el ser humano se une entrelazando dedos, manos, brazos, mentes para limpiar nuestro planeta de oscuros y misteriosos sentimientos malvados y mezquinos.