Me encuentro al borde
del mar en las rocas desgastadas por los siglos donde reside el misterio de la
gran obra que te deposita en la dimensión verdadera, cierro los ojos para que
los rayos del sol no los hiera y escucho el murmullo de las olas.
Por momentos imagino que es el canto de las esclavas que en época de la conquista
lavaban la ropa en las orillas de sus playas.
Presiento el límite de lo intangible, atravieso la noche de
los tiempos tratando de descifrar los signos grabados en las rocas y en la
arena.
El ansiado misterio de la vida estalla en mi mente y vuelo a
otra dimensión desconocida y como el alquimista encuentro el límite entre la
vida y la muerte.
Y junto al mar, bajo la Cruz del Sur goza mi alma en el lento pasar de
los recuerdos sobre los lotos del olvido.
Murmullo de las olas que me llevan a reminiscencias pasadas,
añorando momentos vividos y que nunca me abandonan, pero que debo arrinconar en
mi memoria para vivir el hoy.
Murmullo de las olas, me trasmuta a momentos eternos,
despertando tranquilos fantasmas que quedaron en el pasado.
Murmullo de las olas, junto al mar me adormece y me canta
entre neblinas y tinieblas grises, como un sueño de vida ya vivido, llamada por
la voz de las sirenas.
Murmullo de las olas, que me murmuran despacio haciéndome
volver sin cansancio ni penas con alas en manos y pies al amor perdido y
convertido en puente que al infinito por las olas salta.