Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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lunes, 29 de octubre de 2012
Pregúntale al viento
Pregúntale
al viento, mi amor, cuántas veces te nombré con un grito callado para que nadie
supiera lo que siento cuando no estás a mi lado y si el viento hablara, te
diría todo lo que te extraña este corazón mío.
Si
en mis sueños te nombro sin que lo sepas, pregúntale al viento todo lo que un
día prometimos realizar juntos, muy juntos y sólo en sueños se quedó tan solo
por unos instantes porque si no compartimos cada momento de nuestra vida ésta
no tiene sentido.
Sí,
pregúntale a tus noches frías si mi cuerpo no extrañas.
Pregúntale
al viento si al pasar me besa, sólo por besar, si enreda mi pelo por acariciar,
si su brisa lleva lágrimas de sal.
Pregúntale
al viento todo lo que pienso en ti y si al pasar el tiempo se lleva en el aire
algo más… si me vio llorar por ti cuando silba, canta, gime… cuando hace esos
ruidos que me hace temblar.
Pregúntale
al viento que me sucede cuando no lo siento, no me toca, por qué no me besa,
por qué va de prisa, cuán grande es mi amor por ti y por qué a veces lloro sólo
por llorar.
Pregúntale
al viento si tu amor está en mí como mar en la popa del barco que zarpa en la
ruta que añora.
El
flamboyán deshojando sus hojas al soplo del viento va, pregúntale si a mi vida
unida la tuya está.
Pactaron
las nubes y los vientos para unirnos cada día más, escondernos en nuestras
miradas, hablarnos en nuestros silencios, desnudando nuestros sentimientos en
versos que te escribe mi alma.
Fuego
de amor que acaricia suavemente el viento, transita por nuestras venas, se
funde en nuestros corazones.
Pregúntale
al viento el momento indicado, el anhelado, cuándo llegará el juego del amor,
de miradas entrecruzadas, de roces sin tocarnos, de suspiros gratos, de besos
que se llevará el aire a través del tiempo porque nuestros sentimientos vuelan
ingrávidos como el viento.
Pregúntale
al viento por qué te busco y te añoro, por qué suspiro en cada eco cuando tú no
estás y cuando te encuentro, muy despacio, con lentas claridades, desemboca en
ti, cuerpo con cuerpo igual que agua con agua, corriendo juntos entre orillas
que se llaman los días más felices.
Te añoro y te espero
Te
añoro
(En
el aroma del recuerdo y en la brisa fresca que trae memorias)
Te
espero
Te
añoro
(En
cada mirada, en cada sonrisa, en la frescura de tus besos)
Te
espero
Te
añoro
(En
cada destello de ilusión con la que mi alma vibra)
Te
espero
Te
añoro
(En
mis días largos y en mis noches tristes)
Te
espero
Te
añoro
(En
el gran vacío que dejaste en mi corazón y en mi alma)
Te
espero
Te
añoro
(Aún
en la soledad de la noche)
Te
espero
Te
añoro
(Desde
la lejanía distante e inconmensurable)
Te
añoro
Te
añoro
(Desde
distancias sin tiempo)
Te
espero
Te
añoro
(En
los rincones de mi esperanza para que me salpiques de ternura)
Te
espero
Te
añoro
(En
el trueno y en la luna, en la lluvia torrencial y callada)
Te
espero
Te
añoro
(En
los confines del orbe, en el silencio del cielo)
Te
espero
Te
añoro
(Entre
imanes de imágenes y en la oscuridad que me envuelve)
Te
espero
Te
añoro
(Entre
los bosques umbríos que entrelazan sus raíces)
Te
espero
Te
añoro
(En
el refugio cálido de mi corazón enamorado)
Te
espero
Te
añoro
(Navegando
en mis recuerdos de nuestro amor vivido)
Te
espero
Te
añoro
(En
mis tardes desoladas y mis crepúsculos de ensueño)
Escuchemos juntos
Escuchemos
juntos una dulce melodía, armoniosa que nos permita danzar juntos con ansias de
seguir viviendo el hoy hacia un futuro pleno de promesas.
Escuchemos
juntos la lluvia golpear en los cristales, el viento apenas puede llevar la mar
las nubes con su carga.
Escuchemos
juntos el silencio, nada responde y todo mi ayer se junta en un instante, me
pregunto, ¿para qué? si son recuerdos como una brasa ardiente en mis entrañas,
es lo mismo que lleguen o partan como relámpagos que estallan en la sombra,
vienen y van, ¿para qué?... si con morir ya alcanza.
Escuchemos
juntos las gotas de agua caer en nuestro cuenco de amor cuando llueve en la
calma de la tarde, te siento conmigo, te siento en mi sangre, cuando llueve, te
tengo, nada puede sacarte de mi lado y
me duele…
Mis
pasos te seguirán buscando como visiones de sones acompasados y corro a
regiones ignotas en un pentagrama vacío que busca y no encuentra sus notas que
en lejanías se esconden y se guarecen en frondas de tupidos follajes.
No
lo entiendo, no logro entender como se puede herir de esta manera, ¿por qué
después del sol radiante, la fría noche se hizo eterna? y él, en quien creí,
estalló como una copa de fino cristal en mil pedazos que impregnaron el aire en
un vacío irrecuperable.
Como
duele la quimera del tiempo, escucho el eco del olvido mientras nada hay que no
te recuerde, mientras en la tarde, llueve.