Llegaste a mí, despacio, en silencio, como llovizna cálida de pétalos de rosas, serenamente y como un río de música inundaste mi alma con este amor de otoño.
¿Por qué en esta etapa de nuestras vidas?, buscamos un refugio, un lugar donde recogerse, replegarse, amarse.
Amor de otoño, es el que aligera nuestras almas, nos libera, nos hace volar por cielos diáfanos y puros, sin pasados inexistentes ya.
Es nuestro presente lo exquisito de nuestras vidas ¡Vivámoslo! Para que suene la vida en su verdadera partitura, no es suficiente con conocer el todo sino es importante la secuencia, el ritmado, el estilo.
Amor de otoño nos inunda de un fuego interior apasionado y nos lleva a secretas e indescriptibles locuras de amar con un intenso deseo permanente de estar juntos.
Amor de otoño, nos brinda la oportunidad única de vivir el amor en un plano de poemas internos en una unidad de tiempo suspendida, volátil, sentida.
Rosas rojas, azules, blancas, amarillas nos envuelven cobijándonos y protegiéndonos con la aceptación de un acontecimiento que nos da el asumir el misterio que la vida nos ofrece y el permanente deseo de no separarnos.
Amor de otoño, pleno de ternura, respeto, con influjo de aromas de rosas que sólo se buscan para ir tras la felicidad soñada.
Sentirse íntimos, íntimos peregrinos de humanidad que dan la vitalidad, la fuerza, el cariño sentido y mutuo.
Amor de otoño, entre pausas moduladas nos unió para que voláramos juntos en busca de la paz anhelada sin complicaciones ni nostalgias.
Amor de otoño que logra que dos seres se descubran en otras perspectivas, en otras dimensiones.
Es como si mutuamente, lo Divino y lo Humano se hubieran raptado.
Amor de otoño que huye del Ocaso y arde a su paso en el lago del amor impregnado de vida…
No hay comentarios:
Publicar un comentario