Sabes que te necesito, a tí,
amor de mi vida, que junto con mi poesía creas mis atributos,
atmósferas radiantes, emociones dulces como mieles.
El verso surge de mi alma donde
tú te anclaste con golpeteos silábicos, trasmitiéndome la
capacidad de crear imágenes naturales, nuevas, creíbles para que te
lleguen y me ames más.
Sabes que te necesito, para
crear el poema con sentido estético, movimiento y forma, tú, mi
númen, mi fuente de inspiración, el que le da sonoridad a mis
versos, plenitud y luminosidad armoniosa plena de luz.
Sabes que te necesito, a mi
lado, junto a mí, eres mi fuente arqueada por el viento que traen tus
palabras, eres el fulgor de la altura que resurge cuando se apartan las
nubes como alas mágicas.
Me das ternura llevándome a que
admire los cielos estrellados.
Sabes que te necesito, me cubres
como hiedra, me envuelves con tus brazos. ¡Acércate más¡
¡Cúbreme de caricias!
Sabes que te necesito, te lo
dicen mis estrofas, línea tras línea, que mi amor se desborda y al
evocarte te necesito más cada día y la pasión se desborda al fuego
original que nos lleva a las llamas de la vida.
Sabes que te necesito, porque
poesía y amor son una unidad indisoluble, un medio de
revelación, las dos caras de una misma realidad.
Quiero estar contigo en edenes
ciertos, en horizontes cercanos, en crepúsculos constantes e
inmóviles, en arreboles de mil colores.
Sabes que te necesito para que
mis ojos alcancen el firmamento y que de mis manos florezcan
poemas y de mis palmas nazcan áureas frases.
Te necesito para deleitarme con
esa melodía, la nuestra, la que revela nuestro amor eterno en
sus acordes melodiosos, preludios cercanos de besos buscados.
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