Páginas

martes, 26 de febrero de 2013

Amor fugaz


Amor fugaz, breve pero intenso, profundo pero adolorido y yo a tu lado pronto sin ti.
Yo sola con la verdad de sentir la angustia, el tormento, el cielo negro de lo que pudo ser y se perdió en la oscura inmensidad.
Duró un efímero momento, pleno, vibrante y como pluma leve que se lleva el viento cambió mi vida al no estar en tus brazos, llevándome a un gran mundo a oscuras.
Amor fugaz, como un latido acompasado, todo trémulo de besarme o no, está la certidumbre: tu ausencia sin labios.
Fue un susurro sin luz, un suspiro silente que como gasa de amor pasó a mi lado dejándome sola con la verdad de no tenerte más.
Amor fugaz, duró tan solo un instante, ahora es tan solo un recuerdo de haberte sentido, casi en secreto, pasar los labios sin tus besos.
Salvación, fría, dura en la tierra, del gran contacto ardiente que esta noche está ausente, mi cuerpo te busca y mi frente quiere tocar tu frente, necesito ser amada aún en la distancia.
Amor fugaz, fue tan solo un instante cuando el destino nos cruzó a los dos, como transcurre el tiempo de un momento, cuando lo que dura es un tan solo adiós.
Llegó el amor de pronto y se marchó de prisa pero punzó mi corazón con una espina pero lo que dejó en mi alma no termina.
Amor fugaz, no pude retenerlo, sólo me dejó unas cuantas caricias apuradas y ninguna promesa de regreso.
Nuestras tardes, nuestras noches fueron sólo breves horas de dichas compartidas, las manos no eran tocar lo que hacían en nosotros, era descubrir; los tactos nuestros cuerpos inventaban, nuestras miradas no se detenían entre nosotros, pasaban a través de nuestros anhelos.
Amor fugaz, ¿cómo sabré de tu boca si tus susurros ya mi alma no tocan?
Las palabras brotan de mis dedos a las hojas que las esperan, alegrando mis tristes pensamientos que visten la nostalgia de lágrimas por éste, mi fugaz enamoramiento.
¿Es que fue fugaz o existe hasta este hoy en el que te añoro?, sí, te añoro, mi eterno amor fugaz, aunque tus susurros ya mi alma no toquen, mi deseo por ti se apaga y mis ojos que iluminaban tu rostro con mi deseo, éste se extingue, lánguido, derretido.
De a poco en breves períodos de mi vida sin ti, convertí el olvido en poesía, convertí el dolor en poesía, quedando una herida que sangra a veces y a veces se me olvida.
Pido amar de nuevo, sin dolor, sin heridas, sin olvidos y así, así, convierto mi ruego en poesía, viviendo un esperar con rumbo cierto. Lejanía sin distancia, ansiedad de amar sin ansia, sin tormentas en mi alma, sólo gozos de saber que existes y que me estás buscando entre horas del vivir que vuelan alto, esperando que me beses y me ciñas entre tus brazos por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario