Incógnita,
palabra que conlleva dudas, misterios de un amor secreto y oculto, que hoy no
está en ese recodo de mi camino.
Ayer
borré tus pasos con mis suspiros preguntándome si me has querido, una incógnita
sin respuesta.
Enigmático
sentimiento que hizo que mis lágrimas aprendieran a llorar solas bajo el
recuerdo de tu sombra.
Colores
marchitando las rosas del tiempo, desmenuzando los momentos, clavándose en un
horizonte lejano, quizás tú viviste en el país de mis sueños al que engalané de
amor, pasión, reencuentro, quizás no te hallé ante tanta confusión de
pensamientos.
Incógnita,
lo desconocido me lleva a pensar equivocadamente en verdes esperanzas,
brillante sol, blancos inviernos, en tu corazón rojo junto al mío ardiente en
la hoguera de nunca poder abrazarte y no importa si aún puedo imaginarte y me
derrumbo cuando intento acariciarte.
Arcanos sentimientos no respondidos, te llamo en el
silencio y vuelve tu sombra a invadir mis ojos y si los cierro me encuentro con
tu último beso y una sensación de miedo, de abandono se insinúa tras mi espejo.
Incógnita de un encubierto ensueño donde luces brillantes
como estrellas, emborronadas escapando de la prisión del tiempo perdido, allá
donde duermen tus secretos y los míos y yace a oscuras un latido mudo,
oscilante, impregnado de tu esencia.
Sé que no debo conservar un amor entre mis brazos, no, en
el aire de los ojos, entre el vivir y el recuerdo, sueltos flotando, se tiene mejor
guardado.
Aves de vuelo tarde o temprano se van por el aire que las llama,
los ojos son los seguros, de allí no se van los pájaros, lo que se ha mirado
así, día a día, enamorándolo nunca se pierde porque ya está enamorado.
Sí es una incógnita, lo que sin darnos cuenta ignoramos lo
que está ante nosotros y no despertamos para vivirlo, contemplándolo porque el mirar no tiene fin sin nuestros ojos hoy se cerraron
cuando nos raptó la noche, mañana, como con un gran milagro se nos abrirán el
alba y nuestros ojos serán más amantes para seguir mirándonos.
Incógnita, desconocida sensación de borrar tus pasos con
mis suspiros y aún como una encubierta duda de amor me pregunto una y otra vez
si me has querido y no tengo respuesta ni en un verso ni en una palabra de amor
en esta suave curva de un vivir camino a lo diáfano y a lo imposible.
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