Tú, mi único amor
que
me endulzas la vida, me hace volar por cielos abiertos, entre nubes de algodón
y pájaros perdidos.
Eres el milagro esperado
me
envuelves en mantos entrelazados de tules y lentejuelas haciéndome sentir
vibraciones y latidos que estallan cual cristales lejanos entre estrellas
fugaces.
Tú, mi único amor
te
busco entre altos bosques de bambúes que impiden que tu sombra se refleje clara
y precisa en mi mente anhelante de tu presencia fuerte, enhiesta, verdadera.
Eres el milagro esperado
entre
campos florecidos de amapolas de dulce néctar quiero estar contigo en ese lecho
de amor de flores para que tus brazos estremecidos de placer me hagan gozar
momentos largamente esperados.
Tú, mi único amor
necesito
el clamor de tu voz melodiosa, seductora, con matices de un querer apasionado
que se acerca imperceptiblemente encendiendo mi corazón con deseos vehementes.
Eres el milagro esperado
la
luz se encendió entre los dos, de a poco, despacio, haciéndose una llama de
amor viva que fulgura en el Universo a través de tinieblas, vientos
huracanados, cometas de fuego.
Tú, mi único amor
la
distancia nos acerca aún a través de la lejanía uniéndonos en instantes
exuberantes de amor puro, límpido, único, expectantes los dos de estar juntos
amándonos hasta el fin de los fines.
Eres el milagro esperado
lágrimas
de alegría desbordan mi rostro mojando mi cuerpo con gotitas de felicidad al
estar en tus brazos, sintiéndome amada con profundo placer.
Tú, mi único amor
no
me abandones nunca, eres mi numen, mi inspiración, mis palabras de amor, mis
poemas, mis prosas puras y vírgenes nacen, crecen, se vuelcan en hojas
chamuscadas, esperándolas con ansias para hacértelas llegar a ti mi único amor.
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