Mi vida renace, el númen de mis
poemas de amor se rompió en mil pedazos de cristales punzantes y afilados.
Su imagen destrozada y esquiva
no inspirará más ni una frase ni una palabra de amor sentido y verdadero.
Iluminé con mil soles brillantes
su no existente amor, sólo era un mero seductor, sin luces ni destellos.
El príncipe azul idealizado cayó
lentamente al abismo del olvido, ya ni su voz, ni sus arrullos llegan en
ráfagas sin tiempos de la nada.
Mi vida renace, tú el que
seducías ya no existes, caíste en la profunda hondonada del pasado, con olvido.
No merecías mi amor ni mis
poemas, mis palabras enternecidas por sentimientos puros y únicos, sólo te has
convertido en un fantoche de marioneta, rota por el paso del tiempo.
Mi vida renace, ya no eres parte
de mi vida.
¡Quiero amar al que sea
verdadero y único!, y que me conduzca a vivir a su lado por siempre y me acompañe
a seguir la travesía de las nubes con esperanza y fe en el mañana.
Mi vida renace, es como un gran
naufragio en el callar donde se termina lo que no era nosotros en nosotros y
como un gran milagro me escapé de los lazos que a ti me unían.
Mi alma gritó: ¡Basta! ¡Termina
el largo suplicio de pensar en ti!
defendiendo inmóvil,
trágicamente quieta el derecho de buscarotro amor que no me niegue la luz del
afán de vivir amándonos.
Mi memoria te borra de mis
recuerdos, se van tus falsas palabras de amor, déjame volar ingrávida en esta
nueva vida, sin sombras ni dudas de existencia.
Y así contemplaré,
asombradamente, que mis poemas de amor, mis frases sentidas, vuelan rápido a
las hojas sin que tú, el númen, aparezcas en ella.
Mi vida renace, suelta,
inocente, desnuda, feliz como en un mar inmenso y ya la luz de lo gozado y lo
sufrido se me revela atrás, transparente y pura ya que el vivir hasta ahora ha
sido sólo trémulo presentirse jubiloso.
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