Páginas

viernes, 1 de febrero de 2013

Quisiera que estés presente


Quisiera que estés presente con el color de tus ojos o tu voz o tu risa.
¿Lo sobrenatural nació quizás contigo?
Hoy estoy pensando en ti… como lo hice ayer y lo haré mañana.
Mi mente repite tu nombre, mis labios lo gritan, mi cuerpo extraña el calor de tu cuerpo.
Te extraño, extraño el sabor de tus labios… Extraño la caricia de tus manos.
Quisiera que estés presente, aquí a mi lado… Quisiera poder besar tus labios y tomar tu mano.
Pero no puedo, no estás presente y te busco en una búsqueda incierta, inasequible, eterna, jugando con nosotros a será o no será.
Sé que te encontraré, estaré siempre al acecho en las altas madrugadas por si cruzases por mis soledades entre alas invisibles que se cruzan y envuelven mi cuerpo esperándote.
 Quisiera tenerte a mi lado en el frescor de mi cuerpo enternecido donde la hierba se siente ya iniciada entre musgo verde y recién brotado, entre la sombra de los sauces inclinados.
Quisiera que estés presente y te entregaría un poema de amor como puñado de agua límpida, entre un espejo agradecido donde acontece tamizada la tarde.
Estaré contigo agradecida de tenerte entre mis brazos pero es ardua la empresa, la curva se endereza y pienso que sin acertar el rumbo ni la escala estaría mi cuerpo contra el tuyo en la alta luz que con ímpetu resbalaríamos en nuestro nido de amor.
¿Cómo apresar la sosegada llama que te entibia los ojos?
¿O el frenesí que tu mirar proclama cuando se incendia pródigo de rojos?
Quisiera que estés presente desvivida por besarte y mi piel en este estío enamorado tiembla como adolescente enamorada y hasta mi corazón multiplicado, arde entre las ramas del cerezo.
Hollo mi memoria en una espera cotidiana, corriendo por mis venas mi amor para ti consagrado, ajena a la honda espera que el tiempo riguroso sazona.
De repente, llegaste, como llegan las nuevas que sacuden las entrañas, tiembla el aire, temblamos los dos tan sólo con mirarnos, empañadas nuestras voces, quebradas nuestras alas sólo sonrisas y cantos, besos sin fin hundiendo nuestras cabezas confundidas entre nuestros regazos.
Quisiera que estés conmigo siempre ya que hambrienta de tu amor estoy y mi cuerpo puro y casto te reclama fatigando mi corazón y mi respiro.
¡Quiero vivir los besos con sensación de retorno siempre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario