El final, ¿es el fin o el principio? ¿Es el hoy
cuando empieza? ¿O es el ayer que fue?¿o quizás el mañana que vendrá?
El final no empieza hoy, termina al desandarse el
camino del amor recorrido, pero si es verdadero y profundo ese final no ha de
llegar.
Paso a paso, nuestras almas se unen a través de la
poesía y el amor renace cada día.
El final no empieza hoy, al tomar mis manos entre tus
manos nos invade la tibieza de nuestra esencia que nos hace andar los recodos y
vericuetos que la vida nos depara con un soplo imperceptible de amor.
El final no empieza hoy, aunque estén contra
nosotros el aire y la soledad, la distancia y la lejanía, las pruebas y el
tiempo, debemos querer y seguir queriéndonos.
El final no empieza hoy, porque el aire está lleno
de esperanzas en vuelo y el amor las encuentra y las traspasa con alas
temblorosas y como saeta las dispara sobre su alegría victoriosa ganando el
cielo.
El final no empieza hoy, en la blancura de la nada,
nuestros corazones palpitan, gozan, aman y se encuentran prolongando su
florecer sin fin por los anchos espacios de todos los crepúsculos en los
espejos del mundo, en el silencio, de los azares de la vida.
Hoy estamos juntos, somos dos separados en la
lejanía pero cerca, muy cerca, en el querer de los besos, en el estar
queriéndonos que nos encontramos sin buscarnos en el borde mismo de nuestros
sueños.
En la orilla del mundo se paran las ansias y los
gozos esperan ya sin prisa el mirarnos recorriendo nuestras almas.
El final no empieza hoy, para nosotros,
sosegadamente toco lo inanimado y nuestras almas trascienden el más allá como
suaves goces de nubes con cánticos dulces de amor.
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