Laberinto
de sentimientos, me condujiste con tu mirada ardiente y tu voz susurrante, con
arte y embrujos al sendero sin salida, atrapando mi corazón.
Trazaste
muy bien la ruta a mi alma con tu sonrisa única que me dejó sin aliento ni
respiración y tus palabras dulces, colmándome de amor.
Laberinto
de sentimientos, tus ojos atraían los míos como un imán y al hablarme me hacías
temblar como pájaro herido y con gestos desprendidos en tus manos acompañaste
tus miradas y en tu pícara sonrisa mecías mi alma.
Laberinto
de sentimientos, me cercaste, me atrapaste, sabías lo que hacías, integraste
las palabras a tu plan de seducción y como en un extraviado concierto mi alma
se rindió.
La
copa del sentimiento se volcó al acercar tus labios y un escalofrío profundo y
lento casi me consumió.
Laberinto
de sentimientos, me conllevan a sonidos que acarician, instintos que convocan,
arrebatos de emoción, aromas que iluminan, fulgores que cautivan, cuando estoy
junto a ti.
Quiero
que seas mi verso, mi númen, mi inspiración, quiero que seas estrofa armoniosa
en este laberinto de ilusión.
Me
has conducido a escondites secretos, puertas levadizas, trancas con cerrojos.
Nos
hemos perdido entre el laberinto de la esencia y la luna nos conduce en esta extraviada
espera, afanados por encontrarnos, nunca para salir, siempre para quedarnos.
Laberinto
de sentimientos que en una eterna quimera despistando la vereda de los labios,
del beso perfecto que rasgue de la soledad que se reboza en el desierto de lo
incierto.
Así
es el laberinto de los romances, siempre presente, nunca al alcance de quienes
no suelen perseverar el verdadero tesoro del amor al que nos lleva a la
alegría, a la esperanza, al despertar de la vida.
Laberinto
de sentimientos, me haces volar la imaginación, me provocas placer, dulces
anocheceres, sonrisas en mis sueños al sentir el calor de tus besos.
El
mundo nos inunda con su luz en la alegría dúctil de la vida en nuestro
laberinto, sólo nuestro que recorremos unidos entre crepúsculos y auroras
vislumbrando naufragios de silencios.
Más
allá de los círculos del tiempo en relojes atávicos, renacen las campanas de la
bruma que nos conduce atravesando espacios a nuestro nido de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario