Una red tejida de sueños
con hilos de aliento y de ilusiones donde tu y yo estamos envueltos entre
dulces caricias y besos arrebolados.
Busco en praderas de papel
sobre la grama menuda las letras de mis poemas que en la red se entretejieron.
¡Qué mágicos alfabetos en
las hojas sin tachas surgieron unidos en
la red infinita inspirados por ti!
Odas lejanas en cláusulas
marmóreas, blancas, de celestes temas, lentas pasaron entre los lazos que la
red anuda.
Tú y yo en la red del amor
abrazados en las hojas de la mañana nos amamos ¡que milagro!
Con mis manos levanto una
tormenta, vientos huracanados, nieblas tenebrosas para que nos escondan mas
allá de todo que entre la red de la vida
plena de angelicales arrullos de nuestras almas enamoradas.
Nuestros destinos se
estremecen sobre el heliotropo del crepúsculo y escondidos entre hileras
desteñidas de redes de ternura nos amamos más allá del tiempo.
Nos miramos a través de las
sombras de la red y sin querer viviremos fieles a nuestro destino donde el mar
aun dulce nos entrega sus orquídeas de sales para que nuestros corazones como
bandadas de cardenales se agiten, aleteen y palpiten entretejidos entre hilos
de amor.
La red, ¡que sensación de
bienestar es estar entre tus brazos, trémula de amor en la malla fina y
transparente que nos oculta del mundo para descansar y amarnos a solas!
Esta dulce vida que nos
lleva a que el destino nos estremezca y
en volandas nos entregue a una luz de amante con hilos de plata en torno a
ondas de calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario