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miércoles, 29 de mayo de 2013

No me digas no

No me digas no.
(necesito sentirte a mi lado, desde allá muy lejos, la música mágica de los violines dibujan prodigios en el aire al sentirte llegar).
Quiéreme.
No me digas no.
(el tiempo es río que huye y perdida me siento al no estar entre tus brazos, desde que te fuiste mi alma está triste).
Quiéreme.
No me digas no.
(en claridades de luna y brizas de jardín elevo tu nombre por aires en vuelos y en oraciones dulces y melancólicas que antes no sabía brotan cada día de mi corazón enamorado palabras de amor).
Quiéreme.
No me digas no.
(en el fulgor de la alborada mis sueños susurran pensamientos invocándote siempre, quiero tenerte en mis mañanas como no te tuve en mis ayeres).
Quiéreme.
No me digas no.
(ven en mis noches de soledad, no me abandones, en silencio avanza pálido el dolor por no tenerte y ante él la esperanza deshoja una flor).
Quiéreme.
No me digas no.
(mis suspiros necesitan estar contigo, abrazada a ti, inmóvil, sólo mi profunda respiración moja el claro cristal de la quietud que nos une en un imperceptible chal de espuma).
Quiéreme.
No me digas no.
(mi alama clama por ti, ondea mi canto pleno de dulzuras y sueños y mis prosas, mis versos, parece que llegan de la azul inmensidad)
Quiéreme.
No me digas no.
(te busco y no logro hallarte, te siento en horizontes lejanos, pero te aguardo ya que presiento que el coro de las hadas del bosque te traerán a mí, porque ellas encuentran lo que nunca se logra hallar).
Quiéreme.
No me digas no.
(percibo la sombra de la ilusión y la sed de lo imposible como una braza llena de fiebres locas mi corazón atormentado y deseoso de gozo y placer).
Quiéreme.
No me digas no.
(riamos juntos en trémulos esplendores de amor, ven a mí y las liras de cristal sonoro tañarán las ondas de plata de las aguas quietas y volarán entre ritmos los aromas de dos almas que se aman).
Quiéreme.
No me digas no.
(tú eres y serás mi inspiración de mis poemas, de mis versos, de mis prosas, porque sólo tú llenas de armonías el viento y ardes como llama brillante en mi alma).
Quiéreme.
No me digas no.

Juntos viviremos amaneceres brillantes entre alegres cantares de frescas notas y en fantásticos pentagramas, plenos de dicha y luz crearemos nuestro nido entre un pasaje que canta y cantando nos cuenta sus misterios en un alado idioma sin palabras.

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