Noche ardiente
nuestras miradas fijas,
arrebatan de pasión el momento
quedándonos dentro
de las noches ardientes.
No, no puedo creer
que seas para mí
y te acercas y llegas
y me dices
“Te quiero”
¿Amar, tú?
que vives por encima
com estrella de abril
del gran sino de amar.
Noche ardiente
Te siento muy junto a mí
entre jadeos llenos de sudores
que se destilan por los cuerpos
enredados,
entrelazados,
desnudos,
llenos de vehemencia.
Puro milagro de amor intenso
lentamente me voy formando
a mi misma
naciendo dentro de tu querer,
confuso
como se forma el día
en la gran duda oscura
y yo,
como Venus cierta,
desnuda entre auroras seguras
me estoy queriendo más.
Noche ardiente
¡Qué paseo de noche
con tu presencia a mi lado!
Me acompaña el sentir de tu piel
en mi cuerpo
Toda llena de gozo
de saberme en tus brazos
en los que me entrego
sin celos para siempre.
Noche ardiente
es nuestro mundo de amor existente
un milagro insólito,
es el prodigio de poseerme
siempre
y comienza la vida
cuando amanecen tus ojos
llenos de felicidad estremecedora.
Te entregas a mis cánticos nocturnos
a mis emociones de cuerpo y alma
y es tu ternura al final del amor
la que colma de gozos
anhelos,
éxtasis,
plenos.
Me traspasa la luz de tu amor
se enlaza en tu propia luminosidad
me arrebujo en las cálidas cadencias
de dicha plena
de encendido embeleso
de mullida ternura
porque me amas y te amo.
Tus besos los guardo
en un secretísimo cofre
envuelto en lágrimas
bajo el sello de una cruz
Noche ardiente,
amo tu cuerpo sin frontera
amo tus espacios inexplorados
porque soy yo sola la que los recorro
Me gustas como eres,
en este silencio tan íntimo
y tan nuestro.
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