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miércoles, 14 de agosto de 2013

Mar de lágrimas

Mar de lágrimas, inunda mi rostro frío colmado de sal, tristeza infinita que se arraiga en mi alma porque tú no estás a mi lado.
¿Cuál es la razón de llorarte tanto amor?
La desazón de mi espíritu me lleva a llorar a orillas del mar en noches serenas y cálidas.
 Y lloré un río de lágrimas hasta quedar exhausta y sin sollozos.
Mis heridas y dolor se han ido ya con las lágrimas, me siento vacía esperando el mañana que me traerá un nuevo amor verdadero pleno de cariño y ternura.
Mar de lágrimas, en mi corazón todo lo que existe ahora es sólo el dolor del duelo basado en la nostalgia de un amor pasado como humo en el viento por el amor perdido.
Mar de lágrimas que como gotas de sangre migran a mi corazón fluyendo a través de la ventana del alma con mis rotas emociones.
Son sollozos de un sueño de un amor perdido y que nunca pude encontrar en una búsqueda eterna de ti, mi amado, mi pasión única.
Mar de lágrimas, mensajes silenciosos de esta vida, columpiándose en un dulce retraso de un morir que no perdona.
El destino se estremece en la punta de una rama cuando al pesar de la gota hace inclinarse a la hoja ya casi rendida.
Mar de lágrimas en un puro silencio se deslizan suavemente con su gran menuda carga, de tanto y tanto cristal celeste, de gotitas de dolor y aflicción.
Mas no me doblego, no me rindo, me yergo y me alzo entre luces de diamantes en volandas me voy en búsqueda del amor soñado.
Morir, vivir, equilibrio estremecido, son pausas entre vida y muerte creando en mi entorno hondas de calma.
Tantas lágrimas perdidas, tantas huellas en mi piel, ya no rompes mi silencio, nada es igual que ayer.
Mar de lágrimas no puedo permitir que el mundo gire en el recuerdo, puedo desafiar la oscuridad y vivir entregando mi corazón roto a quien no cree en el amor.
Volveré a pensar en el sueño que por ti abandoné, en un renovar de alegrías y gozos mi vida se tornará feliz y placentera entre soplos de aires cálidos en torno a ondas de calma.
Mar de lágrimas entre brisas frescas, el alma siente que pasa por ella algo nuevo, es el sendero a un nuevo cauce con un gozo nunca sentido, un verdor, una alegría, unas estrellas y un río que me lleva a un nuevo mundo de amor. 

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