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jueves, 1 de agosto de 2013

Regreso a ti

Regreso a ti
desde el silencio verde el árbol
y los muros
que fuertes descienden contra los vientos
regreso a ti, mi amado amante
desde tu mano un ungida de amor
hasta mis dedos que se entrelazan con los tuyos.

Tus ojos que se abren en follajes
anegan de esperanza mis deseos
mientras recorro un sol enamorado
las largas avenidas de tu cielo.

Regreso a ti
pura, virgen, anhelosa de tu amor
te nombre en voz en silencio
recogido de tu boca
siento por ti el color
en la música del viento.

Tan leve en extensión
que sufre el labio
al amparar su son tan breve tiempo.

Regreso a ti
no sé por cuánto tiempo
quizás por un Hoy o un mañana
pero puede ser por un siempre.

Mantendré con aguas descendidas
por las fieles veredas de mi pecho
el medido esplendor
de tu alabastro.

Y una hiedra de amor
regresa a ti desde mi seno
a tu mirada honda y penetrante
a tu amor lejano
que lo deseo cerca,
muy cerca
para que entre más adentro
en la espesura de mi cuerpo y de mi alma.

Te entrego el cuenco sellado
de mi gracia pura
sangre del bienamor
amor callado
firme, piedra de amor en mi plantada.

Regreso a ti,
en puntillas por los aires,
con los pies y piernas desnudas
para que me esperes con tus fuertes brazos alzados
y me conduzcan
a un nido entibiecido
que nos cubra con flores, enredaderas,
follajes, campanillas azules, enredadas en mi cuerpo.

Regreso a ti,
desnudo está mi cuerpo
y sin harturas
colando entre mis dedos mansa arena
y hacia adentro el deseo reverdece
puliendo artesonado a tu ausencia.

Recorre mis sentidos sin orillas
un viento adolescente en primavera
la estirpe de mis cantos y la sangre
levanta convoca su apetencia.

Y ahora que te nombro, amando mío,
y te reclamo
no puedes arribar por mis veredas
porque la noche oscuro y misteriosa

nos separa.

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