Noche serena,
el cielo cuajado de brillantes estrellas,
me envuelve como un manto
de entretejidos hilos de luz,
inundando mi espíritu de paz.
Me guía la luna,
inventadora de sueños de amor,
perpetuados hasta el infinito.
Noche serena,
mis brazos que quitan sombras
y espinas te buscan
como lazos de ardientes narcisos
y el corazón en un palpitar
inquietante se inunda de amor.
Noche
serena,
ansia
de vida,
anhelos
supremos de amor
en
un navegar tesonero,
levando
las velas de mi vida
en
afanes que buscan caricias y besos.
Noche
serena,
ensenada
segura,
la
que está a salvo del tiempo,
pleno
de amor puro
de
sueños indescriptibles,
mensajeros
alados
de
crepúsculos a albas.
Noche
serena,
en
mis horas de vigilia
de
sueños sin sueños,
en
mis noches oscuras,
en
esas horas
donde
nadie me encuentra,
te
amo.
En
esas horas
donde
tu cuerpo juega a ser mío
poniéndole
luz a mis horas serenas,
te
quiero.
Y
cuando tus manos me pintan
nadie
nos ve,
mi
alma entra en tormenta
por
encontrar la tuya.
Noche
serena contigo a mi lado,
nuestras
almas se unen
en
un paradisíaco tiempo de amor.
Soy
feliz en el aire,
dejándome
en tus brazos volar,
donde
ellos vuelen
a
su rumbos sin signos,
solo
con ternuras del tacto.
Y
tan puro es nuestro amor
que
nos en vuelve
y
nos lleva al descanso del alma.
Noche
serena,
plena
de risas y palabras de amor
que
anuncia
las
mas hermosas auroras.
Tiempo
divino
que
llegó a ser tiempo poco a poco,
estío
que se junta con el otoño,
camino
sobre anhelos
en
las noches lentas y ardorosas
que
en la alta madrugada
nos
une aun mas.
Noche
serena,
donde
dos amantes noveles,
tendidos
bajo las estrellas se aman,
despacio,
muy
despacio,
mirándose
entre susurros ondulantes
plenos
de sonidos y silencios,
entre
caricias suaves,
mágicas.
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