Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 18 de abril de 2013
Imprevisto
Imprevisto, es lo que me sucede inesperadamente, como
sorpresa insólita, ¿Por qué?, ¿para qué?
Es que el amor, el
verdadero, el que creí único, se desmenuzó en mil papeles de cenizas en tan
sólo cartas de amor que creí puras y sinceras.
Imprevisto, ineludible, el destino me cercó y me llevó a
creer que él mi amado ausente, era el que me estaba esperando ansioso,
anhelante de mí, desde esta lejanía cercana.
Imprevisto, en forma ineludible el muro cayó y la verdad
cruel y despiadada rompió en cientos de espejuelos de plata mi corazón dulce y
enamorado.
¿Por qué la aflicción, la pena, naufragó mi alma en un mar
de lágrimas?
¿Para qué la ilusión
con fulgores brillantes inundó mi horizonte con sonrisas y súbitos
estremecimientos de amor, si se desvaneció en la nada?
El tiempo en instantes imprevistos se aletargó, en segundos
dormidos apagando mi sed de amar.
Imprevisto, de pronto, el mundo giró y la red que nos
envolvía en inolvidables momentos de eterno amor se deshizo en hilos
desmenuzados en el tiempo.
Quiero recuperar esos instantes breves, intensos, efímeros
pero verdaderos de sentimientos únicos de dos almas enamoradas.
Juntos, muy juntos, quizás, en un Hoy del mañana, nos
abrazaremos, unidos por lazos indestructibles entre miradas arrulladas por
cánticos melodiosos del amor que llegó y nos despertó del letargo en que
estábamos sumidos y nos condujo a lo altos cielos unidos por siempre.
Imprevisto, lo esperado, ya en el ahora, quiero que seas mi
sendero, mi ruta, mi guía, que no me olvides que existo en este existir raudo y
leve, rodéame siempre con la luz de tu alma que yo continuaré amándote más allá
del tiempo.
Esperando sola
Esperando
sola con la fe puesta en un impecable gozo del poder de estar juntos.
Esperando sola, el espíritu vuela, revolotea, salpicando nubes, pleno de alegrías, sosiego y paz.
Sé que estarás a mi lado, tocarás mi frente y toda mi alma de regocijo se iluminará.
Eres mi único amor, el que esperé siempre, del que me siento amada y como juntos tejemos la vida, sorprendidos y asombrados, el sol brilla más y la luz nos inunda.
Así vivimos la vida entre voces de silencio y gritos de pasión, sus hebras nos enhebran sorprendidos de que este deseo mágico sea una realidad.
Mi alma en tu alma es el arte de vivir a pleno el existir de sentir que el amor nos lleva por sendas áureas de nubes de cielos carmesí.
Esperando sola, percibo tus miradas que se cruzan en un atisbo intenso de amor.
Esperando sola, esperando me trasmitas en mis ojos que vives enamorados de ellos, que te roban la ternura más profunda y son dueños de todas tus pasiones.
Esperando sola el vivir juntos el hasta ahora esperado, trémulo, inagotable de promesas unidas, ya que la vida es la sorpresa que nos conduce al amor percibido de ayeres vividos.
Esperando sola, iluminas mi mundo, me envuelve la dulzura de la espera me aquietas las ansias, me conduces al fuego que soy hoy. ¡Ven a mí! ¡Te espero! Corro y quiero alcanzarte para encontrar en ti, el arte de vivir en plenitud total.
Esperando sola, el espíritu vuela, revolotea, salpicando nubes, pleno de alegrías, sosiego y paz.
Sé que estarás a mi lado, tocarás mi frente y toda mi alma de regocijo se iluminará.
Eres mi único amor, el que esperé siempre, del que me siento amada y como juntos tejemos la vida, sorprendidos y asombrados, el sol brilla más y la luz nos inunda.
Así vivimos la vida entre voces de silencio y gritos de pasión, sus hebras nos enhebran sorprendidos de que este deseo mágico sea una realidad.
Mi alma en tu alma es el arte de vivir a pleno el existir de sentir que el amor nos lleva por sendas áureas de nubes de cielos carmesí.
Esperando sola, percibo tus miradas que se cruzan en un atisbo intenso de amor.
Esperando sola, esperando me trasmitas en mis ojos que vives enamorados de ellos, que te roban la ternura más profunda y son dueños de todas tus pasiones.
Esperando sola el vivir juntos el hasta ahora esperado, trémulo, inagotable de promesas unidas, ya que la vida es la sorpresa que nos conduce al amor percibido de ayeres vividos.
Esperando sola, iluminas mi mundo, me envuelve la dulzura de la espera me aquietas las ansias, me conduces al fuego que soy hoy. ¡Ven a mí! ¡Te espero! Corro y quiero alcanzarte para encontrar en ti, el arte de vivir en plenitud total.
Somos prisioneros
Somos
prisioneros y te siento y miro lejanas mis palabras, más que mías son tuyas y
de mis manos surgen los poemas de amor que tú inspiras.
Llenas
mi alma toda de sortilegios mágicos y poéticos y quiero que las oigas, que te
lleguen proféticamente puras porque voy tejiendo con todos los poemas un collar
infinito para que te envuelva y no te alejes nunca más de mí.
Todo
hace el amor en este enmudecer de dos, me habías prometido un silencio como un
fuego, una casa del silencio y de pronto el templo es un cerco de amor y la luz
una lluvia de estrellas.
Tensas
las fuerzas vírgenes, dormidas en el ser y así la dicha se anuncia en ansia
ardiente, inminencia galopante uniéndonos en este alejamiento sin miedo, franqueándonos
su paso a lo imposible.
Somos
prisioneros de cascadas de sonrisas, tu nombre llueve en mi piel como una
cadena de flores.
Sólo
tú a mi lado suspendes con tu voz mis suspiros y en nuestro suave tiempo
imaginario rumorean corazones de agua.