Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 18 de septiembre de 2013
Tus ansiadas caricias
Tus ansiadas
caricias,
cuantas veces he
estado,
espía del silencio,
esperando tus dulces
ternuras
aunque tan sólo a
través de tu voz.
Añoro con los ojos
cerrados
el recorrido de tus
tiernas pruebas de amor,
de tu ser ascendiendo
por escala de tactos,
de besos, de abrazos,
de palabras con las
que decías:
te quiero.
Tus ansiadas
caricias,
puro milagro en mi,
dentro de tu querer y
ahora,
confusa, las busco
al formarse el día
en la gran duda
oscura.
Y agoniza esta criatura
que tú dejas atrás,
inútil ser de antes
que entre auroras
seguras
te espera por
siempre.
Tus ansiadas
caricias,
suaves como el
transcurso de cada día
pleno de amor,
no fluyen hacia mí,
las nostalgias de sentirlas
invaden mi piel.
Reclamo con desesperación,
con urgencias tus
besos furtivos,
extraño los goces
robados,
el fuego inminente
desatado por la
pasión.
Exigente mi cuerpo y
mi alma
murmuran a los
vientos tu nombre,
imploran a los cielos
el diluvio divino de
tus abrazos
y el torrente de tus
besos.
Tus ansiadas
caricias,
colmadas de placer
que existen en la
profundidad de mi amor,
ansío tus suaves
toques
entre suspiros de
ilusiones
refugiados en mi
piel.
Fueron el reposo en
mis sueños
y revivieron mis
despertares
con sentimientos
encontrados
en la distancia que
destruye el pesar.
Tus ansiadas
caricias,
al no sentirlas, la
incertidumbre me invade
y en esta ingrata
lejanía
la inquietud por no
tenerte
me destroza muy
dentro
al no estar tú cerca
de mí.
Tal vez el tiempo me
traiga con la noche
la esencia de tu
cuerpo sin prisas
envolviendo mi entorno
de fragancias mágicas
de eternas esperas.
Mis ilusiones vagan
sin rumbo
buscando tu destino
como versos, como
prosas.
Ocupan parte de mi
vida,
inconclusas e
incoherentes frases
por ti acalladas,
razón de más para
seguir amándote
en mis sueños de
noches estrelladas.
Ahora que ya no puedo
dejar de amarte
cómo dejar caricias
olvidadas.
Tus ansiadas
caricias,
sutiles estelas en mi
piel dejaron,
reclamando tu amor
para calmar mi sed de
enamorada.
Desearía si pudiera,
sentirte cerca de mí,
disfrutar de tus
abrazos y tu presencia,
estar a tu lado y
sentir
que soy todo en tu
vivir.
Alegrías y los pesares
¿Por qué en nuestras
vidas
las alegrías y los
pesares
nos inundan en
momentos imprevistos,
dejando nuestra alma
exhausta
y a veces triste y
otras sonriendo?
¿Cuándo la luz,
unidad del alba,
se multiplicará en
destellos
y lo que fue calma en
profunda alegría,
será fervor de
innúmeros pesares
que agitan nuestras
mentes?
¿Cuál es la razón
de que hay días,
horas, segundos
que en nuestro vivir
nos alegran
en festivo júbilo,
instantes plenos de
luz
y en otros la pena y
la aflicción
nos inundan
como mantos de lloviznas de lágrimas?
¿Por qué ocurrencias
fugaces,
chispas, sonrisas,
se inician y terminan
en breves espacios
surgiendo luctuosos
presentimientos
en tristes instantes
de desazón?
¿No es este instante,
en esta aurora henchida de hermosura,
el extremo de mí
misma,
la plenaria
realización de mi sueño
que alterna entre
alegrías y pesares?
¿Qué amor me quiere?
¿Qué amor me inventa caricias,
escondido entre dos
aires fingiéndose brisa?
¿Por qué las alegrías
son tan efímeras,
diáfanas y los
pesares, oscuros,
plenos de pesadumbre?
¿Cómo debo hacer
para conducir mi
resplandor de amor
hacia ti entre dichas, alegrías,
dádivas de tu
espacio,
sintiendo como un
milagro
la paz de estar contigo
y no la entrega sombría
de no estar a tu
lado?
¿Por qué estoy yo
entre mantos de
neblinas,
sin vislumbrarte ni
un resquicio,
viéndote tan sólo de
lejanías profundas?
¿Cuál es la razón
de que tarde más en
envolvernos la alegría
que el pesar y
nuestra alma grita
por el anhelo de que
la felicidad
con brillante luz
nos inunde pronto,
sin tardar?
¿No sientes, amor
mío,
inmensas huestes de
besos,
de resistencias,
bandadas de porvenir
en las manos,
de arrebatos, de
pasiones y de calmas?
¿Cómo hacer para
derrochar
alegrías, dichas, en
el aire azul
para que vayan en
volandas por el aire
y haciéndolas de agua
para llenar los
cauces del mundo,
hundiendo en abismos profundos,
secretos oscuros los pesares
que nos abrumen
y nos hacen incapaces
de volar
en campos de
esperanzas?
Alegrías y pesares,
espejos con igual
azogue
que coexisten en
nuestra vida
sin poder mirar
atrás.
Tal vez mejor soñar
Tal vez mejor soñar
que vivir entre
húmedas neblinas
en las que ningún
árbol,
ni una nube se
destaca,
en esta blanquecina
cerrazón
que me entristece
y no ilumina débil
la luz crepuscular y opaca.
Soñando voy por
senderos luminosos,
hadas y gnomos iluminan mi camino,
floto en la brisa fresca y pura
del espacio de la
nada,
ingrávida y suelta
sin pesares ni dolores.
Tal vez mejor soñar y
no vislumbrar
desde la invisible
altura
bajo la luz que, demacrada, brilla
a través de la niebla del vivir
que es un velo todo
impregnado en llanto.
Soñando soy como un
ave que,
con su ímpetu de
vuelo,
su canto lanza por
campos en flor.
¡Qué bien se respira,
gozan mis anhelos,
canto en la lira
y en el alma que
sueña,
vuelos vibran sin
par,
en un fragante edén!
Tal vez mejor soñar
que vivir en la ardua
lucha diaria,
de cada instante,
que nos desgasta,
nos produce
sufrimientos y dolores
entre tan pocos
instantes de amor y alegría
que como un millón de
notas nos subyuga
y en un millón de
arpegios nos eleva
a vivir la realidad
cruel
a veces una y otra
vez.
Tal vez mejor soñar
con todo un paisaje
que canta
y nos conmueve con
notas misteriosas
en fantásticos
pentagramas
plenos de dicha y
luz,
en un alado idioma
sin palabras
que vivir instantes
presurosos
de amores fugaces
o de recuerdos
nuestros.
Tal vez mejor soñar
con el númen del
estío
donde se vierten en
llanos y bosques,
campos de girasoles, alelíes, azucenas
que como arcos de
violín,
resbalan hacia el río
entre el cordaje del
juncal sonoro.
¡Ya no caben más
notas en el viento,
en mi sueño azul y
mágico!
Tal vez mejor soñar,
no sentir el dolor
frío de la realidad
que golpea a veces
nuestro corazón
llevándonos a pesares de remotos ayeres,
Soñando melodías de
lejanas orquestas
nos invaden y nuestra alma feliz
clama ante la
esperanza
deshojando flores
entre dichas y placeres sin fin.
Tal vez mejor soñar
y no vivir fugazmente
momentos breves
como gotas de rocío
a quien le da la
aurora
para vivir su hora morada
en una flor
conociendo las espinas
que defienden su fragante palacio de color.
Y así la vida pasa
pensando en tener un
mañana
como no tuvo un ayer.
Soñar y recordar
Recuérdame siempre
(Entre las alegrías y
las tristezas,
mi alma te busca y te
encierra
como el vuelo del ave
encierra el suyo
preferido
en una red de
ansiosas
idas y venidas en su entorno)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(No puedo olvidarte,
fluyes dentro de mí,
vas por mi ser
entero,
por mis venas hasta
mi corazón,
aún hoy en la
fervorosa negación de tu ausencia)
Sueña conmigo.
Recuérdame siempre.
(Quiero estar junto a
ti,
acunarme en el
cansancio
y en él, tenerte
entre mis brazos
aunque no nos
toquemos,
sólo con nuestras
miradas)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mi amor inmóvil,
flor sin otoño,
está siempre presente
en un frenesí de
quererte,
seguro de no acabar
cuando terminen los
besos,
las miradas, las
señales)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Mis palabras te
llegan en un eco,
buscando tu ser
y no te encuentran,
retornan al silencio
esperándote
para cumplir el
anhelo impaciente
de esperar tus tibios
besos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Deseo que tu ausencia
termine
para tenerte a mi
lado,
muy junto a mí
en nuestro mundo de
lo prometido
que enternece el alma
donde oscilan los
imposibles,
tan trémulos como cañas
en la orilla de los
ríos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Eres mi ser amado,
necesito el ritmo de
tu cuerpo
cuando respiras cerca
de mí,
tendidos juntos en
nuestra noche,
alargando nuestras
manos
para sentirte a mi
lado)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Vamos sin prisas a
nuestro paraíso celestial,
iluminado ya para que nuestro paso,
al fin del día, gane
la orilla oscura
donde la felicidad
nos inunda
y nos colma con júbilos,
con besos, con
placeres infinitos)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
(Apenas te has
marchado
y yo ya te espero,
anhelo todos tus
movimientos,
tus pasos, tus
latidos, tus caricias,
sé que volverás,
que una nueva aurora
brillará en mi
existir
sin vagas sombras ni
infinitas distancias)
Sueña conmigo
Recuérdame siempre
Todo sonido en eco
tuyo
me lo convierte mi
alma
que te espera,
sé que vienes hacia
mí
y tus pasos se
sienten
aún en ese largo
rodeo
que das para volver.
¡Qué dicha sin
sonrojos
la que corre por mis
venas
al sentirte llegar!
Laberinto de sentimientos
Laberinto de
sentimientos,
me condujiste con tu
mirada ardiente
y tu voz susurrante,
con arte y embrujos
al sendero sin
salida,
atrapando mi corazón.
Trazaste muy bien la
ruta a mi alma
con tu sonrisa única
que me dejó sin
aliento ni respiración
y tus palabras
dulces,
colmándome de amor.
Laberinto de
sentimientos,
tus ojos atraían los
míos como un imán
y al hablarme me
hacías temblar
como pájaro herido
y con gestos
desprendidos en tus manos
acompañaste tus miradas
y en tu pícara
sonrisa mecías mi alma.
Laberinto de
sentimientos,
me cercaste, me
atrapaste,
sabías lo que hacías,
integraste las palabras
a tu plan de
seducción
y como en un
extraviado concierto
mi alma se rindió.
La copa del
sentimiento
se volcó al acercar
tus labios
y un escalofrío
profundo y lento
casi me consumió.
Laberinto de
sentimientos,
me conllevan a
sonidos que acarician,
instintos que
convocan,
arrebatos de emoción,
aromas que iluminan,
fulgores que cautivan,
cuando estoy junto a ti.
Quiero que seas mi
verso,
mi númen, mi
inspiración,
quiero que seas
estrofa armoniosa
en este laberinto de
ilusión.
Me has conducido
a escondites
secretos,
puertas levadizas,
trancas con cerrojos.
Nos hemos perdido
entre el laberinto de
la esencia
y la luna nos conduce
en esta extraviada
espera,
afanados por
encontrarnos,
nunca para salir,
siempre para
quedarnos.
Laberinto de
sentimientos
que en una eterna
quimera
despistando la vereda
de los labios,
del beso perfecto
que rasgue de la soledad
que se reboza en el
desierto de lo incierto.
Así es el laberinto
de los romances,
siempre presente,
nunca al alcance
de quienes no suelen
perseverar
el verdadero tesoro
del amor
al que nos lleva a la
alegría,
a la esperanza, al
despertar de la vida.
Laberinto de
sentimientos,
me haces volar la
imaginación,
me provocas placer,
dulces anocheceres,
sonrisas en mis
sueños
al sentir el calor de
tus besos.
El mundo nos inunda
con su luz en la
alegría dúctil de la vida
en nuestro laberinto,
sólo nuestro
que recorremos unidos
entre crepúsculos y
auroras
vislumbrando
naufragios de silencios.
Más allá de los
círculos del tiempo
en relojes atávicos,
renacen las campanas
de la bruma
que nos conduce
atravesando espacios
a nuestro nido de
amor.
Volver a ti
Volver
a ti,
quiero
entrar más adentro de la espesura
de
mi vida para aprender despacio y sin apuro
a
buscarte donde te dejé
cuando
mis naves desgarré sola
en la playa dejando en ella
tan
solo mi huella borrosa.
Gritando
tu nombre en mi silencio hondo,
vuela
a lo alto para que llegue a ti,
mi
amor es tuyo
y en
mi voz se sentirá
una
lágrima de nostalgia.
Volver
a ti, vienes hacia mi,
me
enseñas recuerdos
en
los que nos entregábamos uno al otro,
me
haces señas
con
las delicias vivas del pasado,
invitándome.
Me
dices desde allá lejos
que
hagamos lo que quiero,
unirnos
al pensarte
y
entramos por el beso
que
me abres.
Volver
a ti, ya, en este instante del hoy,
no
quiero separarme más de ti,
de
esa gran transparencia de ti en mi.
Siempre
estarán abiertos en mi ser
albergues
vastos, mínimos,
donde
guardarte
y
así podrás volver a mi,
a
mis celdas de la memoria y sus llanuras.
Volver a ti como canta el
río
en la
sed del silencio
y el
anhelo y como lenguas de fuego
se
consumirán al estar juntas
nuestras
formas fundidas
en
el tiempo inagotable.
Aprieta
mis deseos con tu pasión de viento.
El
sol será mañana un plato de lujurias
y tú serás mi boca y mis manos
quedarán desgajadas de rocío
al
sentirte otra vez junto a mí.
Volver
a ti, desgrana como antes
el gris de tu mirada
sobre
mis ojos
y
desprende mi angustia
de
mi alma toda
haciéndome
sentir tu abrazo
de sentimientos hondos y mansos.
Eres
y seguirás siendo
en
mis días de tormenta
la
claridad que brillante atraviesa nubes
y en la placidez del agua
alegras
mis días sintiéndote mío.
Volver
a ti,
cabalgando
en vientos de perfume
y
oro para consumir
tus
besos de mariposas y miel,
haciendo
brotar en mi alma parca
todo
mi amor pleno.
Quiero
que como lentas gaviotas de porcelana,
planeen
sobre mi cuerpo ansioso
tus
manos de blancas sombras.
¡Qué
sensación tan profunda
surge
de mi alma!
Vuelve
a mi,
escucha
mi grito desgarrante
que
nace desde mi piel y mi sangre.
Plenitud sublime,
Plenitud sublime,
integridad
insuperable es vivir amando
como la única razón
y la verdadera
expresión
de ser la misma Vida.
Amor tan sublime que
nada expresa,
tan inmaculado que
brilla por el infinito,
así es el amor que por ti siento,
teniendo en mi laúd cantares
y en el rosal de mi
cariño, flores.
Plenitud sublime de
vivir,
amor que llena mi ser
con infinita alegría,
pon en mis versos el
tesoro
de las alboradas de
plata,
de los mediodías de
oro
y de las tardes de escarlata.
Dame a beber la
poesía
en el raudal de
inspiración
que es fragor de
lucha
en el día y en la
noche meditación.
Plenitud sublime,
plétora excelsa
que como un himno
todo lo ennoblece,
todo se agranda a sus clamores,
el firmamento
resplandece,
la tierra se colma de
flores.
El amor, el
verdadero,
nacido de mi alma
sonora
con la armonía de
flotantes alas,
desciende por
diáfanas escalas
a bañarse en la
fuente bullidora.
Plenitud sublime,
que hace que la
inspiración
se colme de recuerdos
excelsos
de los momentos en
los que estuve
entre tus brazos,
riendo entre
vibrantes notas.
Siempre hay estrellas
que brillan en la
noche de mi alma
cuando pienso en ti.
El deseo y el amor
en un instante de
semblanza
nos conducen al
espacio
con las alas de todas
nuestras canciones
para llegar hasta
altas nubes
plenas de radiantes
ilusiones.
Plenitud sublime,
grandiosa en su
clamor,
dilata el paisaje y
un temblor
de encaje pone en el
follaje.
Amor, luz que el
cielo envía
como poesía de la
noche fría,
luz toda dolor
por ser toda sueño de
blanca belleza.
Plenitud sublime,
inesperada,
sorprendente, apasionada,
con instantes de gozo
y de pasión,
nuestras almas se
buscan
por nuestro diferir
como por un camino
donde no hay
despedidas.
Y al final, el hallazgo,
el contacto,
la unión pura
brotando como río sin cauce
en un agua quieta
y sólo estaremos tú y
yo,
uno y uno,
en un solo rostro,
amor, que les sonríe.
Plenitud sublime,
en lenta y arrobada
calma
buscamos la unidad, labio con labio,
acunándonos unidos en
una paz cierta y plena.
En mi sueño de poeta
me visto de estrellas
para brillar para ti
y nos abrazamos
unidos
en carruaje de cristal
donde nos amamos con
pasión
en nuestro Universo
de amor
en el que el silencio
nos une.