¡Ay
amor, cómo cuesta caminar sin ti!
Mi
corazón se me estruja al pensar que te fuiste sin mí.
¿Cómo
camino sin ti?
Esta
mujer que era vida plena
rebozante
de amor, hoy está hueca y vacía
al
igual que nuestro lecho sin amor.
Sola,
sin ti
a mi lado no puedo ni quiero imaginarlo,
me
siento desamparada
y la
nostalgia me embarga en mi honda orfandad.
Antes,
vivía por el aire, el agua, ligera, sin dolor,
de
vuelos, de risas, pero ahora sin ti, vivo en un día
todo el
gran peso de la vida.
Y ahora,
siento marcada la seña de tu ser,
cuando
encontré tu voz, huella eterna que quedará en mí.
Caminar
sin ti
es ir
pensando que tú no estás a mi lado
y
quisiera tener alas
y
buscarte hasta el infinito para encontrarte
y estar
abrazada y acurrucada nuevamente contigo.
¿Qué
has hecho de mí?
Yo no
soy yo,
yo soy
tú,
cuando
no siento tus palabras
y tu
calor.
Soy esa
planta que el sol mezcla con la tierra,
me
siento fusionada a ti, inevitablemente
y me
siento atrapada en ti,
en una
marea de identidades.
Caminar
sin ti,
sin
sentir tu mirada,
tus
brazos, tu voz …
¿Qué
puedo yo hacer
sino
imaginar que estás a mi lado?
Caminar
sin ti,
el sol
no brilla,
el
mundo entero está mudo y estático,
todo
parece sin vida
y hasta
el canto de las aves ya no se siente.
Caminar
sin ti es un vacío total de tu
presencia.
Sentir
que te pierdo es parecido a sentir un cuerpo sin alma,
una
rosa sin pétalos, un día sin noche.
Caminar
sin ti,
sumergida
en mis pensamientos,
me
invade una sensación
de
soledad que no deja espacio ni tiempo
para
estar en la realidad vivida.
Trataré
de olvidar, no es fácil,
ahora
viene un silencio largo y profundo en mi interior
pero no
estoy sola, camino sin ti,
con mi
propia soledad y comenzaré a
aprender
a vivir sin ti,
para
encontrar el sinuoso camino que me lleve a encontrar
otra
fuente de inspiración,
otra
musa divina, un nuevo numen,
para
que sigan creciendo
despacito,
otros versos nacidos de un nuevo amor
y desde
mi alma entera.
Entregarme
al fluir de la vida en el Ahora,
aceptando
sin reservas lo que el camino me depara
liberándome
de la tristeza y del dolor
y
dejándome ir libremente a otros brazos
con
total entrega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario