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miércoles, 21 de mayo de 2014

Granos de tiempo


Menudos, invisibles, granos de tiempo
que el aire un día se llevó.
Perdidos creí que estaban
Y por perdidos los daba.

Pero tú, apareciste, de lo ignoto
iluminado de joven paciencia, ligera
y sin peso y los tiempos, las nubes
y los amores que perdí estaban presentes.

Te espero, te sigo, te busco,
en los granos del tiempo
que sin ruido, ni murmullos te trajeron a mi
para saber cómo eres.
¿Quién te va a ti a conocer sólo a través
de tus cálidas palabras?

Esta alma que te acompaña en tus susurros
y se detienen en tus palabras
que enseñan el sonido de tu corazón.

¡Toda la vida es única!
¡Qué gozo que no sean nunca iguales las cosas,
que son las mismas!
¡Sin melancolías, con infinitas y cándidas sonrisas
ansiando tu calor y ternura y la enorme sonrisa
más sonrisa que ninguna, esa que da gozo
al alma y forma al corazón.

Granos de tiempo volátiles y diáfanos
que acarician como bálsamos de ternura
el alma toda plenos de fantasías y ensueños.

Llegó el tiempo de darle emoción al tiempo
de reconquistar el universo.
Te he buscado en la distancia
sin saber de ti,
sin conocerte
bajo el susurro de nuevas palabras
como granos de tiempo
que atraviesan como una barca cargada,
una mirada, un sentir,
un clamor, una dicha, un amor…

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