Juegos misteriosos

Juegos de misterio,

sutiles y vanos que entran

en nuestra vida sin casi saberlo,

misteriosos y quizás mentirosos.

Nos inundan de un placer inmenso

en un instante inesperado,

llegan con un

¡te amo!,

sorpresivo,

inacabado y desaparecen

dejando el sabor más dulce

jamás degustado.

Son juegos de misterio,

no tienen un fin,

sólo recalar en nuestra alma

dejando una tristeza

de ausencia sin espera de un mañana.

Juegos misteriosos pero también mentirosos,

prometen un amor que no existe,

es un juego peligroso

que daña al espíritu todo

y no lo dejan alcanzar

su clímax de felicidad anhelada.

¡Qué alegría sería vivir sintiéndose vivido

y con sintonía en nuestro entorno!.

Pero estos juegos misteriosos

no nos dejan vivir una relación necesaria,

espontánea, expresiva,

de entrega total para dar y recibir

encontrando nuestro lugar,

despacito,

en un tiempo redondo,

centro de concéntricos

gozos y pasiones intensas.

Juegos misteriosos

que como sombras parejas

me siguen apenas raya el sol con un

¡te amo!,

con una eternidad en el tiempo.

¡Clara se hace la vida,

cuando no miente!

¿Cual luminosa ley quebré yo

al mundo que así me lo reprocha

y me hace doler hasta lo profundo

trasuntando mi cuerpo

con estos juegos misteriosos?

Quisiera olvidar lo ya vivido

y no me deja,

quedo inmersa en un mundo

de caos y confusión

¡No quiero más daño!

No jugaré este juego

que conlleva a un dolor

y a una dicha sin fin.

Es su voz la que me persigue,

la espero con ansia,

la necesito pero ni sí,

ni no, ni voz,

ni gesto tienden

sus redes hacia mí.

Juegos misteriosos

¿a dónde  quieren conducirme?,

quieren calar las ondas sucesivas de mi alma,

cruzando entre tinieblas, entreluces,

hasta dar por fin

con aquella que fui inocente

y pura a su encuentro.

Juegos misteriosos como vaga historia,

formas turbias en los que día a día,

noche a noche,

no me abandonan dentro de mí.

No quiero vivir condenada sin remedio

a pasiones aparentes y falsos

¡te amo!.

Quiero vivir horas limpias,

sin esperas inútiles,

quiero mecerme en el aire de la vida

conmigo misma en busca de lo que es verdadero

y único

y no un mentiroso juego misterioso…