Mi
corazón te llama,
escúchalo
palpitar sólo en pensar en ti.
Tristeza
es que mi corazón te llama a gritos
y tú no
estás aquí para compartir su soledad.
No te
escribo poesías,
te
entrego poemas de amor,
no te
oculto que te amo,
te lo digo en silencio
con mi
corazón clamando
por tu
presencia a mi lado.
En el
remanso de agua mansa
estoy
contigo
bajo la
verde cabellera de un sauce
que se
mueve a ratos.
Al río
la imagen del cielo
viste su hermoso terciopelo,
en el
centro fulgura el agua
con
cristales de fraguas.
Mi
corazón te llama,
respiran
gozos mis anhelos,
cantos
en la lira y en el alma vuelos,
sólo en pensar que estarás a mi lado
susurrándome palabras de amor.
¿Qué
bien a tu bien se puede igualar?
Clamo
por ti, vibro tan sólo en pensar en ti.
En la
amable brisa que besa mi frente,
oigo tu
sonrisa fugaz y clemente.
Mi
corazón te llama,
porque
en ti todo es suave,
la luz del rocío, el cantar del ave, el reír
del río.
El
cielo tan azul que amas tú
en
nuestro fragante edén nos espera siempre.
Mi
corazón te llama
al
despertar la aurora su mirada de alegre claridad,
de los
campos brota un perfume de paz
y mi
cuerpo ansía estar entre tus brazos,
sintiendo
tus dulces caricias
sobre
mi piel ansiosa y deseosa de ellas.
Un
alegre cantar de frescas notas
van
despertando el campo
en la
mañana de mi alma,
surgen
palabras de amor con inocente ritmo.
Mi
corazón te llama,
clama
por ti con desesperación,
late
con cadencia inspirada,
es un millar de notas que me subyugan
y un millón de arpegios
que me
elevan hacia ti
cuando
al brillar
la
aurora todo el paisaje canta.
En
fantásticos pentagramas,
plenos
de dicha y luz
te
espero en nuestro lecho de amor.
Mi
corazón te llama
y como
ardiente orquesta palpita, late,
en un
alado idioma sin palabras
surgiendo
estrofas en torrentes
que en
sones se precipitan.
Redoblan
los vibrantes tambores
en mi pecho con tan sólo pensar en ti,
son
orquestas con música de mares
y como
estruendosas cataratas de alegres notas
van a
la lira que los espera ansiosa.
Mi
corazón te llama,
con
amoroso sentimiento,
como
cuando los pájaros cantan en coro
y el
río ajusta a la sonata
las
liras de cristal sonoro
que
tañen las ondas de plata.
Contigo
a mi lado amado amante,
vuelan
los ritmos entre aromas de amor
y los
poemas, las prosas,
interpretan
raudos y veloces
todo lo
que por ti siente y arde
mi alma de poeta
todo el
trémulo esplendor de estar junto a ti.
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