Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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miércoles, 21 de mayo de 2014
Granos de tiempo
Menudos,
invisibles, granos de tiempo
que el
aire un día se llevó.
Perdidos
creí que estaban
Y por
perdidos los daba.
Pero
tú, apareciste, de lo ignoto
iluminado de joven paciencia, ligera
y sin
peso y los tiempos, las nubes
y los
amores que perdí estaban presentes.
Te
espero, te sigo, te busco,
en los
granos del tiempo
que sin
ruido, ni murmullos te trajeron a mi
para
saber cómo eres.
¿Quién
te va a ti a conocer sólo a través
de tus
cálidas palabras?
Esta
alma que te acompaña en tus susurros
y se
detienen en tus palabras
que
enseñan el sonido de tu corazón.
¡Toda
la vida es única!
¡Qué
gozo que no sean nunca iguales las cosas,
que son
las mismas!
¡Sin
melancolías, con infinitas y cándidas sonrisas
ansiando
tu calor y ternura y la enorme sonrisa
más
sonrisa que ninguna, esa que da gozo
al alma
y forma al corazón.
Granos
de tiempo volátiles y diáfanos
que
acarician como bálsamos de ternura
el alma
toda plenos de fantasías y ensueños.
Llegó
el tiempo de darle emoción al tiempo
de
reconquistar el universo.
Te he
buscado en la distancia
sin
saber de ti,
sin
conocerte
bajo el
susurro de nuevas palabras
como
granos de tiempo
que
atraviesan como una barca cargada,
una
mirada, un sentir,
un
clamor, una dicha, un amor…
Mensaje de un querer
Te voy
a contar un secreto, aprendí a querer.
Mi
corazón tuvo un vuelco,
puedo
ver la vida con ojos de amor,
con
ojos de cielo,
el
perfume de una rosa,
las
estrellas en el azul firmamento.
Aprendí
a querer la vida,
a gozar
viviendo a pleno,
puedo
soñar despierta,
puedo
decir te quiero.
Mi
querer es de agua tranquila,
ni
brilla ni arrastra piedras,
pero no
es esa apacible ternura
que no
hace huella.
Mi
querer es tener la vida repartida por
igual
entre
el amor que sentimos y la plenitud de
amar ,
¡Sensación
de amar!
¿Serás
amor un largo adiós que no acaba?
Amor es
un retraso milagroso
es
prolongar el hecho mágico
que uno
y uno son dos.
¿Dónde
está el querer ?
¿Vuela,
corre, descansa?
¿es
árbol, nube?
¿Se lo
coge a puñados como al mar o cae sobre nosotros
en el
sueño sin despertar ya más?
No
quiero que te vayas,
mi
querer, última forma de amar.
Me
estoy sintiendo vivir cuando despiertas.
Ya no
estoy sola, tengo el querer a mi lado,
me
acompaña el sentirlo en la alta noche,
en la
oscuridad, en el frío.
A mi
querer lo pude encontrar allí en la distancia...
donde
estaba ausente y ahora lo veo, lo siento, sé dónde está.
Fue mi
pensamiento a sorprender su sueño, su risa o su juego.
Tiene
mi alma suspensa toda sobre el gran vacío
como
una forma ausente y toda mi sola vida es un querer
llegar
hacia el amor en una absoluta espera inmóvil
sin
otras alas que silencios.
Y al
clarear el amor inquieto se llena de cantos,
de
risas, de poemas
y
revolotean las hojas como en otoño
y
despierta se muestra la vida…
a que
se la viva,
a que
se la sienta…
buscando
el mensaje de un querer…
Te espero solo a ti
¿En dónde estas? ¿Cerca o lejos?
Las distancias se acortan cuando el deseo
de estar juntos se acrecienta cada día
¿Serás amor un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el comienzo de los comienzos, es separarse.
Amor es el retraso milagroso de un hecho mágico.
Te espero solo a ti ,
ya que todo se sonríe por ti.
El amor busca con una fuerza extraña
ansias de sentir lo inaccesible en incorpóreas gracias.
Te espero solo a ti porque un querer,
aunque venga desde lejos es siempre
lo que se abraza y se sueña,
todo trémulo de inminencia
al borde de lo esperado.
Ya no es sueño se hizo desvelo,
ya es una realidad sin espera, desesperada.
Te espero solo a ti, no se cuándo, dónde,
estás pero no te veo, sí te
siento cerca de mí,
tu realidad vive en mi indiscernible y cierta
como el mar, el bosque, las
flores.
Te busco en todo momento, yendo hacia tu luz.
Nada nos une, ni promesas, ni recuerdos, ni el pasado
pero si no enlaza el deseo de auroras juntos,
de crepúsculos compartidos, de noches estrelladas,
con música de violines.
Seré yo quién te acompañe en tus susurros,
quien camine sin verte contigo por la vida
quien calme las lagrimas de tus tristezas
y quien comparta las risas de tus emociones.
El cielo se hizo visible en tus ojos
y yo pronuncie al viento
el querer en tus labios
Te espero solo a ti
donde sea, cuando sea
en el tiempo del alma
sin días ni horas
en un anhelado futuro juntos
en el doquier para que en trémula armonía
se presenten la gracia ye le amor
entre nosotros dos en un estado
de Ser único y perfecto.