Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 29 de mayo de 2014
Quiero acallar tu voz
Quiero
acallar tu voz
en
mi alma
y
no quiero perder
ni
una sílaba de tus frases de amor,
que
aunque sea sólo una fantasía,
lo
siento real.
¡Cómo
suena en mi alma la idea,
que
nunca será verdadera,
de
una noche completa en tus brazos,
diluyéndome
toda en caricias,
mientras
tú me las das,
extasiado!
Quiero
acallar tu voz
en
mí.
Te
has ido para siempre de mi lado
y
sueño en las horas,
tendida
en tus brazos,
sin
más luz que la luz de tus ojos,
sin
más lecho que aquel de tu pecho
¿Qué
sucedió?
¿Por
qué nos separamos?
Yo
sigo amándote
y
siento mi amor floreciendo
en
la mística voz de tu canto,
notas
tristes y hondas
que
unen mi dolor por no tenerte.
Quiero
acallar tu voz,
mi
senda de amor vacía
es
una tragedia del alma.
Hay
un aire muy suave
en cada estrella,
removiéndome
el polvo de los años.
Hasta
mi cara en vuelo,
las
cortinas del mar se treparon
y
mis ojos se unieron a los ojos
de
todas las pupilas del espacio.
Quiero
acallar tu voz
anudando
emociones
y
una larga ilusión se va rodando
y
hace inclinar la sombra de mi mente,
sin
el rayo de luz de tu regazo.
Como
corola al viento
mi
desilusión y mi pena
abrióse
paso al cosmos
quedando
en el pétalo
de
una rosa solitaria y triste.
Despedida
en silencio,
me
solté a la pureza
de un amor sin ropajes,
que
cargaba mi vida
de
lo irreal a lo humano
y
hube verme toda
en
un grito de lágrimas,
en
un recuerdo añorado
de
tus besos suaves y de tus abrazos íntimos.
¡Yo
sentí la Vida amándote!
He
de volver conmigo misma
a
buscar lo perdido,
en
un profundo batir de inquietas fuentes,
en
inmenso río, blanco,
corriendo
hacia el desierto
con
esperanzas nuevas.
Angustia del insomnio
Angustia del insomnio,
horas vacías en las noches sin tiempo,
pasos lentos, sin rumbo,
trocan el espacio pequeño
en una extensa caverna.
En las penumbras,
monstruos y fantasmas actúan
muchas absurdas escenas,
la angustia las recorre una por una.
Vieja melancólica,
por viejos recuerdos de amor,
por nuevos temores de volver a sufrir,
se agazapan sigilosamente
para asaltar mi alama abatida
por no estar junto a ti.
Angustia del insomnio
sumergida en el silencio de la noche,
con la angustia de la ausencia de Morfeo,
se agolparon en mi mente los recuerdos
de las plumas y pinceles del ayer.
Ya no más poesías de amor,
sólo letanías de dolor por no tenerte.
Necesito tu amor,
tus caricias,
tus manos en mis senos,
recuerdos indestructibles
que endulzan mi mente
huérfana de sueños,
sumergida en el tiempo.
Mi vida es ahora una tierra yerma,
resquebrajada,
seca,
sin vida,
muerta,
esperando torrentes
de gotas de tu simiente.
Angustia del insomnio,
sólo el viento,
el sol,
el polvo que se une con el cielo
formando un puente
para ascender al infinito
y en mi duerme bella
ya no más insomnio,
me abrazo a ti.
Los cerros callados
en tensa espera,
escuchando el silencio,
silencio anodino,
adormecedor,
eterno.
Angustia del insomnio
quebrada por el graznido
de algún pájaro
o por los pasos rápidos
de un roedor en acecho,
el tiempo queda en suspenso,
esperando por ti.
El desierto,
espejo de mi vida,
vibrante y seca
espera torrentes de gotas de rocío
que resquebrajen mi rostro
para poder seguir en suspenso,
esperando el regreso a mi vida
ahora vacía de ti, amor,
al cual espero,
voceo tu nombre mil y una vez
al aire caliente de mi vida seca.
Amor en vuelo
Golondrinas,
se las ve llegar,
en un
vuelo perfecto, seguro,
surcando
el aire como arcos de luz.
Vienen
ahora,
en
primavera,
de
lugares lejanos
y
rodean mi paisaje
con
suaves aleteos,
bajando
secretos divinos de otros mundos
a donde
huyeron para salvar su vida.
Amor en
vuelo,
mi alma
se abre para recibir
el gozo
y la alegría
de
verlas rondando
en
suaves caídas
mis
retamas en flor
y mi
techo rojo
y
ventanas abiertas al todo.
Anuncian
lo tan largamente esperado,
el
calor tenue y cálido
de los
aires marinos.
Flotan
en el aire,
en la
luz clara del día,
en
aleteos rápidos y raudos.
Golondrinas,
símbolos
del amor esperado,
nos
traen la felicidad anhelada
con su
perfección de formas.
Su
plumaje corto y liso,
su
oscuro color
algunas
como azogue negro,
otras
azules con tenues blancos y rojos,
destacan
la diafanidad del cielo azul.
Su
silueta y forma inconfundible,
vienen
de lejos ágiles y veloces
buscando
el ansiado calor.
Amor en
vuelo,
su
danza elegante describe en el aire
luces
de goces y alegrías de vida.
Sus
corazones en latidos intensos
me
inundan de felicidades y alborozos,
han
llegado a mí por fin,
trayéndome
a mi alma
sus
voces de amor.
¡Cuánta
alegría nos brindan
en sus
raudos vuelos!
Buscan
sus nidos,
los del
ayer y los cubren
con sus
caricias breves e intensas.
Amor en
vuelo,
venido
de la inmensidad del mar
para
dar calor a mi alma
y
agitar las fuentes de mi ser.
Golondrina,
en tus
alas llevas todo el tiempo
la
eternidad del amor
y con
tu aura tenue llevas mis letras,
mis
palabras,
mis poemas
al compás de tu corazón
a
lugares remotos y lejanos
para
que en susurros
acaricien
el alma del que espero…