Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 3 de junio de 2014
Instante de amor
Instante
de amor,
breve, brevísimo pero intenso, apasionado,
haciéndome
vibrar
todas
las cuerdas de mi cuerpo.
¡Qué
olor de azahares y madreselvas
a mi pecho se derrama
al
sentirte en mi alma!
Eres la
luz que ilumina
mi alma
encendida,
me
enseñas la orilla de ese mar que descansa
y al
rayar el alba
puedo
tocar tu silencio, instante supremo,
despierto
el tormento de un amor sin fronteras,
sólo
instantes,
pequeños
espacios de presentes eternos.
Instante
de amor y dulces miradas
con
cálido encuentro a puertas cerradas
con un mar de palabras no pronunciadas
y
caricias aisladas
con un
verbo inspirado
en un
mar liberado.
Al
llegar el ocaso de una línea de mi vida,
recordaré ese instante, único,
reflejándose
siempre
en el espejo
de mis pensamientos
y
besaré en silencio que dio vida
al
placer de sentir en mi alma, tu ser.
Lo que
sentimos
es un
camino sin un principio…
ni un
final.
Fiel a
mis instintos
y al
deseo de vivir una experiencia mágica,
única,
distante, sobrenatural,
te escogí a ti en un breve instante y tú a mí,
con la
única protección de mi secreto… tú secreto,
corriendo
juntos los momentos breves
como los más vibrantes del amor.
Instante
de amor, suspiros entrecortados
como
cantos de aves en enero
al abrirse
las amapolas bajo nieve, invisibles.
Se
escucha el canto del gran hallazgo
que al amor se le oye,
su
soliloquio, claro,
sin
esperar que llegue ese día preciso.
Sólo
cuando el amor despierta,
me roza por instantes
aún en
una noche fría
ya que
el impulso del amor
brota con música de liras
el don
de alegrarse, seguir su ímpetu
y
conquistar su forma por el aire diáfano.
Instante
de amor,
breve pero lento,
pleno
de placer y alegrías,
deja
lágrimas de emociones
llenas
de ti y de mí
en surcos
de pasión aclarando tristezas
y
llenando melancolías.
Lágrimas
por quererte,
secarlas
con sentimientos
que
perdurarán por siempre.
Y de
noche te sueño,
te contemplo a mi lado
y te
miro sin saber que existes,
en
poder pensarte
y te
siento con amor,
aún sin
saber si estarás
junto a
mí algún día.
Instante
de amor,
sueños
que ilusionaron,
sonidos
que se soñaron,
miradas
que pretendieron poseerte.
Suaves
llegaron tus palabras
¡todo ilusión, pretender que existes, que me
amas!
Déjame
amarte aún sin tu saberlo,
amarte
es mi presente, es mi futuro,
sólo
sueño amarte porque amarte es mi ser,
es mi
vida, es mi anhelo,
mi
deseo más profundo.
Instante
de amor,
te hago
llegar en él mis palabras,
mis
sentimientos, ¡siéntelos!
y
búscame más allá del final del mundo.
Plétora de vida
¡Plétora
de vida!,
como un
río caudaloso y profundo
el amor
me inunda.
Sin
temores ni miedos
me
enfrento a él,
en
miradas y silencios
queriendo
hacer
de este
instante eterno
el
detener el tiempo.
¡Plétora
de vida!,
en
plenitud total,
ya que
tú,
mi
amor,
eres la
luz que ilumina el mundo.
Desde
lejos,
bajo la
luna,
me
siento en tus brazos,
nadie
nos ve,
nos
envuelve la alegría y el amor
como
dos grandes alas
que nos
guardan
como en
un secreto
misterioso
y soñado.
¡Plétora
de vida!,
estoy entre
tus brazos
y sin
tocarme tus manos
son
flores visibles de tu alma
y en
este amor nuevo vivo
y me
estremezco
con una
palabra tuya,
una
mirada,
un beso
lejano.
¡Milagro
de amar!
la fe y
el amor
son las
puertas al misterio,
al más
profundo,
al
desconocido.
¡Plétora
de vida!,
este
amor generó
entre
los dos
energía
pura y brillante,
llevándonos
al fondo
de
nuestras almas,
donde
existen tesoros escondidos
que
solamente los descubre
nuestro
amor.
Para
ser amada,
amo.
Y llego
a la puerta de la plenitud.
¡Amad!
¡Reid!
¡La
vida es pasión,
es
movimiento,
es
calor,
es una
música continua
que un
suave viento lleva
como en
un sutil encantamiento!
Las
palabras inundan,
sacudiendo
las ramas de azaleas,
dándole
al aire
el
aromado aliento de sus flores
en
forma de poemas.
¡Plétora
de vida!,
con
sueños,
miradas,
alegrías,
cielo,
felicidad,
besos,
amor,
que en
cada instante nacen
y dan
alma a la vida.
Se
abren puertas vírgenes,
todo
goces, huellas,
ecos
que van tomando
al fin
posesión del paraíso
todo
nuestro.
Dolor del Alma
¡Oh!
cuanto
tiempo silenciosa el alma,
ni un
gemido se escucha,
ni una
queja.
El
tiempo vuela
con
alas de golondrina
cuando
debería quedarse quieto
y
parece inmóvil
cuando
debería volar.
Dolor
del alma,
cuando
al quererlo
la
suerte se mezcla
en
nuestras vidas.
De la
ausencia,
las
penas desconocidas
y
envueltas en el misterio
que
subyugan,
van con
rapidez que asombra,
van
llevando ilusiones a la sombra.
Dolor
del alma,
con un
péndulo inmóvil
que ya
no cuenta las horas
que se
van,
no
siente los minutos
cadenciosos
a golpes
del
corazón que adora,
aspirando
la magia
embriagadora
de tu amoroso afán.
¡Abandóname
dolor del alma!
Llévame
a la intensa voz de ternura,
que
vibra en el alma de mi amante,
como
entre la noche oscura
una
campana distante
nos
busca para encontrarnos
entre
recuerdos perdidos
de
angustias y desengaños.
¡Dolor
del alma!
crece
como una alta llama,
envuelta
en gasas y tules blancos
y me
lleva por encima de ocaso
a otros
mundos buscando la paz,
el
sosiego,
¡no más
penas desconocidas!
que se
mezclan en nuestras vidas.
¡Sí la
luz al alma!
¡Sí que
aparezcan
en
nuestro mundo interior,
luces,
músicas y poemas
de
amores eternos!
¡Dolor
del alma!
¡Vete
pronto!
¡Déjame
encontrar
el
cariño dulce y tierno
que dé
a mi alma
calmas
hondas y vívidas ternuras,
besos
puros y dichas profundas!
Y así
poder seguir
escribiendo
mis poemas
a los
que entrego mi vida,
los
vivo como un anhelo
porque
soñadora soy.
¡Dolor
del alma,
ya no
más!,
pondré
música a mis palabras
y así
la brisa suave y breve
los
llevará hasta ti,
amor
esperado por siempre.