Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 17 de junio de 2014
Lujuria de amor
Lujuria
de amor
entre
dos seres que viven amándose,
entre
dos cuerpos desnudos
en
uno sólo,
enlazados
por enredaderas del amor.
se
buscan,
se
inundan de caricias aterciopeladas,
sensuales,
sus
bocas como aledaños de amor
no
dejan de buscarse.
Lujuria
de amor
éxtasis,
pasión, gozo, placer,
instantes
que se viven
como
almas encendidas
y
cuerpos en llamas.
Mi
sed de tí
me
ahoga,
reclamándote
a cada instante.
Te
necesito
junto
a mí.
Nuestra
pasión de locura,
nos
lleva al frenesí
del
placer procaz y ardiente.
Nos
enroscamos
entre
sábanas sedientas de amor
y tu
cuerpo,
viril
y fuerte
aprisiona
mis muslos
y
descubren el suelo
por
mi pie desnudo.
La
sangre corre veloz por las venas
en
una recorrida total
por
nuestros cuerpos
donde
los orgasmos
se
suceden unos tras otros.
Tu
lengua inquieta y veloz
va a
dejar su aliento
en
mi monte puro y virgen
que
lo espera ansioso.
Mis
pezones se excitan,
mi
cuerpo se balancea,
baila
al compás del amor sensual,
mis
senos son tuyos,
¡ámalos!
como
si fueran fuente de placer intenso.
Quiero
mi nombre recogido en tu boca
para
calmar la sed
de
mis labios que ansían tus besos.
Momentos precisos
Momentos
precisos,
sorpresivos,
no esperados, únicos.
Nos
encontramos sin buscarnos,
nos
miramos hasta el fin
de
nuestros días.
Momentos
precisos,
plenos
de amor, gozo,
placer
de estrecharnos
en
nuestros cuerpos
ávidos
de ser amados.
¿Por
qué ahora, cuando ni lo intuimos,
ni lo
percibimos, nos encontramos
en un
instante vacío de amor
en
nuestras almas?.
Eres la
frescura del aire que respiro,
el
aroma del bosque umbrío,
la
espuma del mar en calma,
el aire
diáfano del día azul.
Momentos
precisos,
surgidos
de la nada,
de lo
profundo de nuestras vidas,
cual
mágicos momentos irreales y misteriosos.
Momentos
precisos,
plenos
de dichas, de emociones intensas
que
hacen que la sangre corra por mi cuerpo más aprisa,
entre
arpegios y bemoles,
música
sincopada de cuentos inventados.
Momentos
precisos,
necesarios,
anhelados, con todo el amor
que se
puede esperar en tan sólo un beso apasionado
entre
suspiros de gozos y placer.
Te
quiero junto a mí, quiero sentir tu latir,
tus
emociones, tu calor cerca de mi cuerpo.
Momentos
precisos,
el oído
pegado sobre el ángel que custodia
el
hechizo de tus sueños
mi mano
angustiándose en el aire
por el
largo alumbrar del movimiento
con el
pulso agitado de la sangre
sobre
el somnoliento silencio
se quema
las llamas del placer y el gozo
como un
ave de marfil en primer vuelo.
Momentos
precisos,
aquellos
los preciados, los queridos, los anhelados
con
frescura de amapolas y espigas
brotando
verdes en la hierba.
Ahoga
en desazón al pensamiento,
se
detienen las horas de la espera
en el
momento inolvidable de este instante
donde
yo espero que nazca en tus ojos
el
verde que refresque mis sentidos.
Quimera
Quimera de ser feliz
en una mera ilusión de mi
alma,
desde mi cuarto en
penumbras,
con persianas en ascuas
y puertas invisibles,
porque estoy esperando al
amor
que vuelve de aquel mundo
perdido
donde hubo tantos sueños.
Quimera de felicidad
bebiendo el zumo destilado
de mi sueño,
dejando en una estela de luz
mi desamparo.
Con los ojos cerrados
lo veo flotando a la deriva
iluminándome de lejos
para encontrarme en su
memoria
donde quedó grabado
mi nombre y mi voz.
Quimera,
entelequia mágica
que me da fe en el recuerdo
de frondas que pasaron
pero que me lleva a futuros
de innumerables días de
amor,
de alucinación y fantasía,
bajando la luna
y volando en sus brazos.
Quimera, ensueño,
sin misterios ni rumbos
inciertos,
sí con delirios de pasos
que se juntan en el silencio
del aire,
que se llena de ternuras
en un amor puro,
que envuelve con total
arrebato
a nuestros cuerpos
donde la luz tímidamente se
asoma.
Quimera,
visión sin desolación,
con luz de dorada dulzura,
de luceros altos
que nos llevan con caricias
en las manos,
lentamente a caminos
ya no cerrados con
resplandores
sin penas.
Quimera,
mito de este amor
consagrado en un ensueño
pleno de miradas,
de palabras, de deseos,
susurrándonos suspiros
entrecortados,
ilusiones de eterna pasión.
Quimera
de sentirme amada,
con
este amor de verdad
ya que
lo imposible siempre llega,
felicidad
que nos trae el tiempo
por
horas que van y vienen,
por el
aire y que espero
con una
celeste paciencia
porque
sé que el momento
está
por llegar.
Quimera,
sin
delirios ni brumas del pasado,
sí con
sueños en los que me sumerjo
y estoy
contigo.
Volveré
a tu ternura
y
empezaré a decir
lo que
nunca hubiera dicho
¡te
espero!
¡eres
el mito hecho realidad!