Mis senderos me
conducen a ti,
la distancia es como
el viento,
porque agiganta los
grandes amores.
Caminé por la vida
por senderos
desconocidos
y nunca pude decir
¡Este amor es sólo
mío!
Mi vida entera la
colmaban mis prosas
y mis versos que me
recorrían por dentro,
pasando lentamente,
escribiéndole al
Universo
Y llegaste tú suave,
tierno, subyugante,
dándome ese amor embriagante,
abrazando mi corazón
con tu cálida
ternura.
Llevándome a tu mundo
entre dulces locuras,
diciéndome con
dulzura,
porque te conozco te
amo,
te veo a ti
a través de tu poesía
que me seduce y
subyuga,
nunca te olvido,
¡vives en mí!
Mis senderos,
los de antes,
pedregosos,
peligrosos, insalvables,
ya no existen,
marchaba sobre ellos
erguida como quien
vence
pero con un morral de
sueños fracasados.
Tropecé en mi afán
por encontrarte
y me di de bruces,
muchas veces fueron.
Hoy,
ya no busco otros
senderos,
en tu amor mis ojos
hoy se posan,
siento tus manos en
mis hombros
como alas para
llevarme a tu lado.
Escribo un poema a mi
tierno amor distante,
una oda a su voz,
de ésta,
su mujer amante.
Afinidad de
sentimientos
en la vida y en el
amor.
Mis senderos me
llevan a ti,
para estar contigo,
darte el amor que
siento,
unir las fronteras,
cruzar los cielos y
mares para amarte,
ahí en tus bellos
lugares.
Sendero tan cercano,
que unirá dos
corazones,
para entregarse su
amor,
sus besos e
ilusiones.
Tapizarán con su
sentir
el manto tisú de la
noche
y la luna será celosa,
al hacer del amor derroche.
¡En la distancia tú y
yo
vamos tejiendo mil
fantasías
sobre ese sendero
que unirá nuestras
almas y lejanías!
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